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[Kabul, Afganistán] [Soldados estadounidenses desplegados en Afganistán fueron acusados en relación con la muerte, el 3 de octubre, de un compañero de armas que aparentemente se había suicidado.]

[Ernesto Londoño y Christian Davenport] El Ejército de Estados Unidos, que ha luchado en los últimos años contra las crecientes bajas por suicidio, tomó una inusual medida cuando anunció el miércoles que había acusado a ocho soldados estadounidenses asignados en Afganistán en relación con el aparente suicidio de uno de sus camaradas de bajo rango.
Los cargos por la muerte del soldado raso Danny Chen, un soldado de infantería de Manhattan, fueron formulados después de una enérgica y prolongada campaña de organizaciones étnicas y familiares para obligar al Pentágono a investigar las acusaciones de que Chen pudo haber sido víctima de una novatada dentro de las filas y había sido repetidas veces acosado con insultos racistas.
El 3 de octubre Chen fue encontrado muerto en una torre de vigía en un pequeño puesto de avanzada en la provincia de Kandahar. Murió “aparentemente debido a una herida de bala auto-infligida”, de acuerdo a una declaración del mando de la OTAN en el sur de Afganistán.
Aunque las causas de su muerte no están todavía totalmente esclarecidas, los abogados que representan a la familia dijeron el miércoles que independientemente de quién disparara la bala que mató a Chen, los responsables son los soldados que lo maltrataron.
“Suicidio o no, las acciones de esas personas condujeron a su muerte y deben ser procesados por su asesinato”, dijo Liz OuYang, una activista sino-estadounidense que exigió investigar la muerte de Chen. “No puede haber ningún acuerdo, deben ser juzgados por la muerte de Danny Chen”.
Después de más de dos meses de angustia por la pérdida, “reconforta y alivia enterarnos de que el ejército lo está tomando en serio”, dijo la madre de Chen, Su Zhen Chen, en una rueda de prensa en Manhattan organizada por OuYang. A través de intérprete dijo que esperaba que “se sepa la verdad y que lo que ocurrió no vuelva a suceder”.
El padre del soldado, Yen Tao Chen, dijo que la decisión de las fuerzas armadas les daba “algo de esperanza”.
Oficiales se negaron el miércoles a liberar documentos detallando los cargos contra los soldados y no ofrecieron su versión de los acontecimientos que culminaron con la muerte de Chen. Pero un portavoz del Comando de Investigaciones Criminales del Ejército dijo que la investigación sobre la muerte de Chen incluye “las circunstancias que llevaron a su muerte”.
El ejército declaró que el teniente primero Daniel J. Schwartz, el sargento segundo Blaine G. Dugas, el sargento segundo Andrew J. Van Bockel, el sargento Adam M. Holcomb, el sargento Jeffrey T. Hurst, el especialista Thomas P. Curtis, el especialista Ryan J. Offutt y el sargento Travis F. Carden habían sido acusados por cargos que incluyen negligencia en el cumplimiento del deber, declarar en falso, agresión, cuasi delito de homicidio e imprudencia temeraria.
El miércoles, algunos miembros de la familia de los acusados dijeron que los cargos los habían consternado.
Sheila Dugas, madre de Blaine Dugas, dijo que “no se corresponden con el carácter” de su hijo. “Estaba siempre preocupado de sus chicos, de su tropa”.
Bretta Von Bockel, al enterarse por primera vez de la noticia sobre las acusaciones contra su hermano, dijo que no lo podía creer. “Nos preocupa todos los días”, dijo.
Rara vez se ha acusado a otros militares en relación con un suicidio. Si Chen se suicidó, sería el segundo estadounidense de origen asiático en haber terminado así con su vida este año, aparentemente después de haber sido maltratado por sus compañeros. El soldado de primera clase de la Armada, Harry Lew, 21, se suicidó el 3 de abril después de haber sido humillado la noche anterior por sus compañeros de armas, informó el Marine Corps Times.
Uno de los compañeros de Lew fue acusado de crueldad y malos tratos, informó el diario.
Los intentos del ejército para reducir los suicidios incluyen una reunión mensual en las que el general Peter Chiarelli, el director del servicio, habla con oficiales en todas las bases más importantes del ejército para estudiar los casos. Pero no ha habido ningún cambio en la tasa de suicidio.
Hasta fines de noviembre, el ejército informó sobre los posibles suicidios de 154 militares en servicio activo este año, ligeramente por delante del año pasado, cuando 159 soldados en servicio activo se quitaron la vida. En la Reserva del Ejército y en la Guardia Nacional, los suicidios se han reducido considerablemente este año.
OuYang, presidente del capítulo de Nueva York de OCA (Organization of Chinese Americas], una organización sino-estadounidense, dijo que el caso “pudo fácilmente haber desaparecido debajo de la alfombra” si OCA no hubiese presionado al Pentágono. Tres semanas después de que Chen fuera encontrado muerto, OuYang escribió una carta al secretario del ejército pidiéndole una cita para tratar el tema, así como la preocupación de soldados sino-estadounidenses que son discriminados por sus camaradas.
“La comunidad, los funcionarios elegidos y los medios exigieron saber la verdad”, dijo. “Todo eso jugó un papel importante para obtener justicia en este caso”.
Chen y los ocho acusados fueron asignados a la Compañía C, Tercer Batallón, 21 Regimiento de Infantería, con sede en Fort Wainwright, Alaska. El sargento primero Alan G. Davis, portavoz del ejército, dijo que los soldados acusados habían sido transferidos de su puesto en Kandahar a diferentes bases militares y relevados de sus funciones oficiales. Dijo que están bajo “vigilancia reforzada”, pero no detenidos. Davis dijo que probablemente serán juzgados en Afganistán.
Van Bockel, Halcomb, Hurst, Curtis y Offutt fueron acusados de homicidio involuntario, agresión y lesiones, cuasi delito de homicidio e imprudencia temeraria, de acuerdo a una declaración del mando de la OTAN.
Schwartz, el único oficial entre los acusados, fue formalizado por negligencia en el cumplimiento del deber. Dugas fue formalizado por negligencia en el cumplimiento del deber y por perjurio. Carden fue acusado por agresión y malos tratos.
La muerte de Chen y los informes de que había sido maltratado encolerizaron a activistas estadounidenses de origen asiático en Nueva York, que llamaron a las fuerzas armadas a realizar una investigación. La semana pasada cientos de activistas asistieron a la vigilia en Manhattan para pedir respuestas.
OuYang dijo que Chen, que nació en Estados Unidos, había sido insultado por su origen racial y maltratado físicamente por sus superiores poco antes de morir. Refiriéndose a una versión proporcionada por oficiales a la familia, dijo que los maltratos físicos le dejaron marcas en su espalda. Sus compañeros lo sacaron de la cama a la fuerza y lo arrastraron por el suelo en castigo por haber dejado el caño de agua caliente abierto. OuYand dijo que la agresión fue informada por el NewYork Times el 30 de octubre.
Chen, hijo que inmigrantes que viven en Chinatown en Nueva York y no hablan inglés fluidamente, contó a sus padres que estaba siendo molestado, pero también les dijo que ese tratamiento era ”de esperar”, informó el Times.
OuYang dijo que el diario de vida de Chen y sus e-mails mostraban frecuentes hostigamientos que empezaron en Fort Benning, Georgia, durante su entrenamiento básico este año. “Fue molestado durante varios días”, dijo. “El acoso fue parte ignorancia, parte hostigamiento deliberado”.
El miércoles por teléfono, la madre de Chen dijo: “Siempre extrañamos a nuestro hijo. Eso es lo que tenemos en mente”.
[Davenport inform desde Washington. Jennifer Jenkins, Greg Jaffe, Debbi Wilgoren y Doris Truong contribuyeron a este reportaje.]
24 de diciembre de 2011
21 de diciembre de 2011
©washington post
cc traducción c. lísperguer

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