[Estados Unidos] [Esta semana la Corte Suprema ha hecho más difícil que los acusados en juicios penales impugnen uno de los defectos más comunes del sistema de justicia penal: el uso de declaraciones de testigos equivocados. Editorial LAT.]
La decisión aprobada por 8 contra 1 votos limita innecesariamente la capacidad de los jueces para suprimir declaraciones de testigos estropeadas por inconsistencias u otros indicios de error, dejando la tarea de evaluar la fiabilidad de esas evidencias a los miembros del jurado.Las estadísticas muestran que el 76 por ciento de las sentencias revocadas desde 1989 debido a evidencias de ADN, incluían identificaciones erróneas proporcionadas por testigos. Una gran cantidad de factores pueden inducir la comisión de errores. La mayoría son atribuibles a manipulaciones de la policía, como ruedas de sospechosos o selecciones de fotos en las que el sospechoso aparece junto a personas que no se parecen en nada a él. También hay pruebas de que un testigo encuentra más dificultades en la identificación correcta de alguien cuando él y el sospechoso son de razas diferentes.
Admirablemente, los tribunales, las legislaturas y los departamentos de policía han tomado medidas para impedir que los agentes ejerzan influencia indebida en los testigos. Por ejemplo, veintiún departamentos de policía de California realizan ruedas de fotos “ciegas”, en las que la persona encargada no sabe quién es el sospechoso. Quizá más importante, la Corte Suprema ha resuelto que los jueces pueden suprimir declaraciones de testigos antes del juicio si existen evidencias de que la policía “ha preparado circunstancias sugerentes que llevan al testigo a identificar a una persona en particular como la perpetradora de un delito”. Esta es una importante salvaguarda porque los miembros del jurado tienden a dar demasiado peso a las declaraciones de testigos, incluso si el juez les advierte que existen razones que los pueden hacer falibles.
Pero ¿qué pasa si los errores en la identificación de los testigos no son el resultado de la acción de la policía? Ese era el problema en el caso fallado esta semana. La decisión ratificó la condena de un hombre de Nueva Hampshire arrestado en un estacionamiento tarde por la noche acarreando dos amplificadores estéreos para coches. Una mujer de un edificio cercano informó haber visto “a un hombre negro alto” mirando los coches; luego apuntó a Barion Perry ante policías. Sin embargo, más tarde fue incapaz de identificar a Perry en una muestra de fotos. El juez se negó a excluir su identificación, dejando el juicio sobre su fiabilidad al jurado.
Escribiendo en nombre del tribunal, la jueza Ruth Bader Ginsburg dijo que los jueces no deberían poder suprimir declaraciones de testigos en casos como el de Perry porque el propósito de la supresión es disuadir que la policía manipule las identificaciones de testigos. La juez disidente, Sonia Sotomayor, ofreció una justificación más amplia y más convincente para excluir declaraciones de testigos inconsistentes o sospechosas. La “fuerza motriz” de decisiones previas no fue prevenir faltas en la conducta de la policía, dijo, sino asegurarse de que las declaraciones de testigos fueran fiables para evitar un error judicial. Es decepcionante que su opinión no gozara del apoyo de la mayoría de la corte.
16 de enero de 2012
13 de enero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer