[El Cairo, Egipto] [Fiscales egipcios llamaron el jueves a colgar al ex presidente Hosni Mubarak, diciendo que su autoridad sobre las fuerzas de seguridad lo convierten en responsable de la muerte de cientos de manifestantes que se opusieron a su gobierno.]
[David D. Kirkpatrick] La ley egipcia autoriza la pena de muerte por el homicidio deliberado de una víctima, dijo al tribunal uno de los fiscales, Mostafa Khater. Así que, preguntó, ¿cuál es la pena apropiada por el asesinato de cientos de personas? “Hay una vida para usted en la ley de la retribución, hombres de sabiduría”, dijo, citando al Corán.
Los fiscales explicaron sus alegatos finales en el histórico juicio del desgraciado jefe de estado egipcio mientras los gobernantes militares de Egipto debieron hacer frente a masivas manifestaciones el 25 de enero con ocasión del aniversario de las protestas que lo derrocaron. Los alegatos finales de la defensa se esperan para la próxima semana, de modo que la comisión de jueces pueda dictar un veredicto antes del aniversario.
La decisión final podría ayudar a determinar si la fecha es un día de furia o de celebración. Pero las deliberaciones sobre el hombre que gobernó con mano de hierro durante casi tres décadas también están apasionando a toda la región. Túnez quiere la extradición de su ex presidente, Zine el-Abidine Ben Alí, ahora en Arabia Saudí, el primero de los presidentes árabes expulsados del poder por una rebelión popular. El hijo y presunto heredero del coronel Moamar al-Gadafi, Seif al-Islam al-Gadafi, espera juicio en Libia.
El presidente Bashar al-Assad en Siria está ejerciendo mayor violencia contra los manifestantes que esperan derrocarlo, con el asesinato de cerca de cinco mil manifestantes en los últimos diez meses. Y el presidente Ali Abdullah Saleh, de Yemen, ha dado el primer paso para alejarse del poder en medio de acusaciones de que él también autorizó a los militares a atacar a los manifestantes que exigían su partida.
En El Cairo, los fiscales habían defendido su acusación contra Mubarak basándose en el principio de que era responsable por esas muertes en virtud de su posición oficial –que, como otros presidentes árabes, él sabía o debía haber sabido sobre los asesinatos cometidos por sus propias fuerzas de seguridad en las plazas mayores de ciudades egipcias.
“Él es responsable por lo que ocurrió y debe rendir cuentas legales y políticas”, dijo el principal fiscal, Mustafa Suleiman, informaron agencias de prensa. “Es irracional y es ilógico asumir que no sabía que estaban atacando a los manifestantes”.
Después de cinco meses de sesiones intermitentes atascadas por riñas legales y mociones técnicas, los fiscales no han logrado proporcionar declaraciones específicas o evidencias de que Mubarak, 83, ordenó directamente el uso de la fuerza o el asesinato de manifestantes. Dijeron el martes que la policía había obstruido sus esfuerzos de reunir evidencias, obligando a la fiscalía a depender de los videos que muestran la violencia policial que fueron previamente transmitidos por las redes de televisión privadas.
Mubarak y su ministro del Interior, Habib el-Adly, dijeron ambos en declaraciones juradas que el presidente no había ordenado usar la fuerza, reconoció Suleiman, despectivamente.” Eso lo dice gente loca”, dijo.
“Él tenía interés en reprimir esas protestas y en matar a esos manifestantes que salieron a la calle a pedir su dimisión”, agregó Suleiman. Excepto por órdenes desde arriba, los oficiales de seguridad mismos no tendrían motivos para asesinar a manifestantes, argumentó.
Para demostrar su caso, la fiscalía se basó en acontecimientos que se remontan incluso a 1997. El ministro del Interior de entonces fue considerado responsable y despedido por Mubarak, cuando terroristas mataron a turistas extranjeros en Luxor ese año. Pero no había evidencias de que Mubarak sintiera rabia o quisiera castigar a Adly por permitir el asesinato de tantos ciudadanos egipcios el año pasado, dijo Suleiman. “¿Cómo podía indignarse por la vida de algunos extranjeros y no preocuparse o indignarse de la misma manera por su pueblo?”, preguntó el fiscal.
Los fiscales introdujeron en el juicio declaraciones de ex funcionarios del Ministerio del Interior y del ex jefe de inteligencia durante el gobierno de Mubarak, Omar Suleiman, para mostrar que era imposible que el ministerio pudiera dar la orden de disparar contra los manifestantes sin la autorización presidencial.
En un momento, Suleiman también intentó indirectamente desacreditar el testimonio del presidente de facto de Egipto, el mariscal de campo Mohammed Hussein Tantawi, que fue ministro de Defensa de Mubarak y también estrecho amigo. Tantawi declaró a puertas cerradas que Mubarak nunca ordenó a los militares que usaran fuerza contra los manifestantes, han declarado personas que estuvieron presentes y según han informado los medios egipcios.
Pero en su declaración Mubarak dijo que después de que la fuerza de policía se derrumbara el 28 de enero, las fuerzas armadas se negaron a obedecer la orden de salir a la calle para controlar el caos. “Cuando me di cuenta de que ellos no hicieron nada y no cumplieron con el papel que tienen estipulado, me vi obligado a renunciar”, dijo, de acuerdo a la declaración.
¿Qué cosa podía Mubarak haber pedido a las fuerzas armadas si no que usaran la fuerza, preguntaron los fiscales. ¿De qué modo quería que controlaran las calles?
Los abogados de las víctimas que se habían quejado previamente de que la fiscalía parecía dubitativa, el jueves dijeron que estaban extasiados.
Mubaraj, del que se dice que está achacoso, seguía el juicio desde dentro de una jaula de metal. Con Adly y los principales subalternos de Adly, está acusado de conspirar para matar a los manifestantes en un intento por aferrarse al poder. Mubarak también está acusado, junto con sus hijos Gamal y Alaa, de corrupción.
Los nuevos gobernantes de Egipto –las fuerzas armadas- tienen el poder de vetar una sentencia de muerte.
Un día después de que los fiscales acusaran a la policía de obstruir el juicio, los medios estatales informaron el jueves que el actual ministro del Interior dijo que el colapso casi total de su ministerio después del 28 de enero había limitado su capacidad producir algunas evidencias.
[Mayy El Sheikh contribuyó al reportaje.]
15 de enero de 2012
6 de enero de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer