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[Johannesburgo, Suráfrica] [Algunos conservacionistas dicen que autorizar un solo permiso de caza ayudaría a proteger a los animales. Otros dicen que no debe morir ninguno. Entretanto, la caza furtiva hace su agosto.]

[Gretchen L. Wilson]. Activistas animalistas están impugnando una decisión de las autoridades de conservación sudafricanas para licitar un permiso para cazar a un rinoceronte blanco, miembro de una especie bajo creciente amenaza de parte de cazadores furtivos.Funcionarios de conservación del gobierno dicen que el contrato en realidad protege a los restantes ocho rinocerontes de la Reserva de Recursos Makhasa, un coto de caza aledaño a una comunidad pobre cuyos residentes podrían tentarse con la caza furtiva.
La creciente demanda de cuernos de rinoceronte de parte de practicantes de la medicina tradicional en Asia ha creado una próspera industria de la caza furtiva en Suráfrica. El año pasado, se mató a un récord de 443 rinocerontes negros y blancos en los sotos de caza privados y públicos del país, de 333 en 2010, de acuerdo a funcionarios de gobierno y organizaciones de conservación. Hace cinco años, el país perdió sólo trece rinocerontes negros y blancos a manos de los cazadores ilegales.
Suráfrica es el hogar de las poblaciones más grandes de rinocerontes del mundo, incluyendo cerca de 4.500 rinocerontes negros, clasificados como “en peligro de extinción en fase crítica” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y cerca de veinte mil rinocerontes blancos del sur. Los rinocerontes blancos están clasificados como “casi amenazados” por la IUCN, lo que quiere decir que entrarán dentro de poco en la categoría de “en peligro de extinción”.
La caza furtiva se ha convertido en un tema emocional para los sudafricanos, que ven regularmente en fotos en primera página cadáveres de rinocerontes, sangrientos muñones en el lugar donde estaban los cuernos. Como las medidas tomadas para refrenar la delincuencia son insuficientes, la cacería autorizada de un solo rinoceronte ha provocado un acalorado debate sobre cómo proteger mejor a uno de los animales más apreciados del país.
El mes pasado, Ezemvelo KZN Wildlife, el organismo oficial responsable de la conservación en la provincia de KwaZulu-Natal, licitó un permiso para cazar a un rinoceronte blanco macho específico en la Reserva de Recursos Makhasa. Ezemvelo, que administra parques de caza en toda la provincia y se encarga de las relaciones entre Makhasa y la comunidad local, vendió el permiso a un hombre de negocios de la localidad por cerca de 120 mil dólares.
Simon Bloch, Ciudadanos Sudafricanos Indignados contra la Caza Furtiva, una de los cientos de organizaciones de voluntarios creadas en los últimos años para despertar conciencia sobre la caza ilegal de rinocerontes, dice que su caza debería ser prohibida mientras los rinocerontes blancos sigan amenazados.
“Nuestros rinocerontes están siendo cazados ilegalmente a una tasa alarmante que, si continúa, provocará su extinción en un futuro muy cercano”, dijo Bloch. “Juegan un papel importante en nuestro turismo, nuestra economía, así como en la ecología. No hay ninguna necesidad de matar a otro rinoceronte, excepto la recompensa económica”.
El portavoz de Ezemvelo, Musa Mntambo, dijo que la agencia de parques provincial a veces permite la caza de rinocerontes, pero sólo si un funcionario de conservación confirma que una reserva ha excedido el tamaño demográfico sustentable. Se necesitan permisos para matar a cualquier rinoceronte, sea que se trate de coleccionar trofeos para turistas o sacrificios ordenados por los propios dueños de las granjas de caza privadas.
El año pasado, Ezemvelo emitió 23 permisos para cazar rinocerontes blancos en reservas privadas y un permiso fue licitado para reunir fondos para Makhasa. El último permiso autorizaba el sacrificio de un rinoceronte macho blanco específico, que tiene más de doce años, dijo Mntambo.
“Empezó a criar sus propios hijos y nietos”, dijo Mntambo. “Está amenazando a toda la población, debido al peligro de la endogamia”.
Una nueva excursión de caza se espera que ocurra este próximo mes.
La comunidad mduku creó voluntariamente esta reserva de 1.700 hectáreas en 1992, después de recibir la tierra como restitución al fin del apartheid. Pero Mntambo dijo que sigue siendo una comunidad rural pobre y que los fondos recaudados por la caza también crearán un incentivo para que los habitantes mantengan vivos a los animales.
“De momento, si la comunidad en torno a la reserva tiene hambre, podrían empezar a cazar furtivamente”, dijo Mntambo. “Pero van a empezar a proteger la reserva si esta genera ingresos”.
Miembros de la comunidad mduku dijeron que parte del dinero de la cacería se destinará a mejorar la seguridad, incluyendo la reparación de las vallas dañadas y la contratación de guardabosques.
“También apartaremos una parte de los fondos para satisfacer algunas necesidades educativas y de salud de nuestra comunidad, como mejorar las condiciones de nuestras escuelas locales, clínica, guardería y otros servicios”, dijo Gumede, de la Autoridad Tribnal Mduku.
Muchas organizaciones conservacionistas establecidas y dueños de reservas de caza en Sudáfrica dicen que proteger a los animales contra los cazadores clandestinos es difícil. La mayoría dice entender por qué organizaciones conservacionistas de pocos recursos necesitan financiar proyectos mediante cazas autorizadas.
“Esta no es la caza arbitraria de ballenas. Es una utilización sustentable de una especie, para su conservación última”, dijo Pelham Jones, presidente de la Asociación Privada de Dueños de Rinocerontes, una organización de dueños de cotos de caza privados. “Aquí se trata de cazar a un rinoceronte al final de su función biológica, y si se puede reunir dinero para propósitos conservacionistas, eso es loable”.
El Endangered Wildlife Trust dijo que no condenaba la cacería supervisada a cambio de sustentabilidad, especialmente si se hacía para mejorarlas condiciones en una comunidad local que de otro modo podría considerar la caza indiscriminada.
“Seguiremos apoyando el uso sustentable mientras sea legal, ético, y que se haga correctamente”, dijo Kirsty Brebner, portavoz del fondo. “No estamos preocupados sólo de animales particulares, sino más bien de la supervivencia de la especie, que ahora está en peligro de ser exterminada”.
El aumento de la caza clandestina está asociado al surgimiento de la demanda de cuerno de rinoceronte en Asia, especialmente en Tailandia y Vietnam, donde es molido y usado por algunos practicantes de la medicina tradicional, a veces en un intento de curar o prevenir el cáncer o como afrodisíaco. En Oriente Medio, los cuernos de rinoceronte son usados para hacer estuches ornamentales de puñales. En el mercado negro, el cuerno de rinoceronte puede reportar hasta 30 mil dólares el medio quilo.
Los cazadores furtivos son a menudo respaldados por sindicatos criminales internacionales, pero dependen de personas en las localidades que les proporcionen información sobre el terreno y la ubicación de los rinocerontes. Los ladrones a menudo cazan en helicóptero, sobrevolando los pastizales por la noche y detectando a los animales con lentes de visión nocturna.
A menudo usan dardos para tranquilizar a los animales, luego usan armas militares para matarlos. Los ladrones cortan los cuernos con sierras eléctricas, dejando los cadáveres mutilados en el lugar.
17 de enero de 2012
8 de enero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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