[San Francisco, California, Estados Unidos] [Retorno del lobo a California provoca contradictorias reacciones. Algunos temen que algún granjero ganadero se atreva a matarlo.]
[Malia Wollan] En el calendario chino, esta semana marca el comienzo del año del dragón. Pero aquí, se siente mucho más como el año del lobo.El 28 de diciembre, un lobo gris de dos años y medio cruzó la frontera de Oregón y se convirtió en el primero de su especie en deambular libremente aquí en 88 años.
Su llegada ha inspirado artículos de diarios, atraído a afiebrados fans y enviado a funcionario de fauna silvestre a prepararse para un nuevo y nada familiar depredador.
“California tiene más gente con opiniones que otros estados”, dijo Mark Stopher, asesor del Departamento de Pesca y Caza de California. “Hay gente que llama para decirnos que deberíamos buscarle novia cuanto antes, para que se asiente. Algunas personas dicen que deberíamos evacuar a los humanos de algunas partes del estado, para convertirlas en un santuario de lobos”.
El lobo, conocido entre biólogos como OR7, debe su fama al collar GPS que lleva en el cuello, lo que ha permitido que científicos y fans por igual usen mapas para seguir su apasionado viaje de mil seiscientos kilómetros al sur de su lugar de nacimiento en el nordeste de Oregón.
En el camino, OR7 ha crecido hasta alcanzar casi la condición de culto.
“La gente se va a tatuar lobos, llevarán suéteres con lobos, llaveros con lobos, gorras con lobos”, dijo Patrick Valentino, miembro del directorio del California Wolf Center, una organización educativa sin fines de lucro.
En Oregón, estudiantes participaron en torneos de arte para dibujar a OR7 y un concurso para cambiarle el nombre (el ganador: “Journey”). Este mes, personas en todo el país asistieron a las vigilas de lobo –a la luz de la luna y con velas- organizadas por organizaciones como Howl Across America y Wolf Warriors.
Como aparentemente con todos los animales famosos y caprichosos en estos días, el lobo tiene una animada existencia virtual en redes sociales como Twitter, donde al menos dos cuentas de Twitter han estado subiendo notas sobre la perspectiva del lobo.
“Dejé a mi familia para buscar esposa y un nuevo hogar. eHarmony no estaba funcionando para mí”, se lee en una cuenta de Twitter. En otra, que describe los pasatiempos de los lobos como “ungulados itinerantes”, escribió hace poco: “¿Por qué está todo el mundo preocupado de mi vida sentimental?”
La presencia del lobo también ha iniciado respuestas más prácticas de funcionarios de fauna silvestre del estado, que se están dando prisa y preparándose para lo que ahora ven como la inevitable llegada aquí de los lobos grises.
A mediados de enero, el Departamento de Pesca y Caza de California inició una página web sobre el lobo gris que incluye un mapa del trayecto de OR7 y una descripción de la especie de 36 páginas. El departamento ya empezó una serie de reuniones públicas con gobiernos locales en los condados del norte del estado, donde es más probable que se establezcan los lobos primero.
Los biólogos dicen que no es probable OR7 sobreviva durante mucho tiempo cazando solo sin una manada y que podrían pasar diez años antes de que manadas de lobos salvajes recorran el norte de California. Sin embargo, funcionarios de fauna silvestre federales y del estado se reunieron el viernes para elaborar una estrategia para los lobos.
Este mes siguiente, los biólogos del estado recibirán adiestramiento del Departamento de Agricultura para identificar ganado atacado por los lobos.
Aunque en el pasado los lobos ocupaban gran parte del territorio, los lobos grises estuvieron al borde de la extinción en los contiguos Estados Unidos a principios del siglo veinte, perseguidos por tramperos del gobierno, rancheros y ganaderos. En 1974, el lobo gris fue incluido en la lista de especies en peligro en el marco de la nueva Ley de Especies en Peligro de Extinción. Luego, en 1995 y 1996, funcionarios de fauna silvestre liberaron a 66 lobos canadienses en el Parque Nacional Yellowstone y en el centro de Idaho, una zona que ahora es el hogar para cerca de mil setecientos lobos.
Los lobos han sido extraordinariamente aptos a la hora de volver a poblar su antiguo territorio. En los últimos años, los inspectores han retirado a los lobos de la lista de especies en peligro de gran parte de las norteñas Montañas Rocosas y de la región de los Grandes Lagos. En Idaho y Montana pueden ser cazados legalmente.
En California los lobos grises están protegidos por la ley federal, y la reciente aparición de uno ha provocado agitación entre los rancheros.
“Tengo miedo de que esto escale y alguien pueda matarlo por propia cuenta”, dijo Darrell Wood, ganadero. “Según leyes federales y del estado, la pena por matar a un lobo es bastante alta”.
La familia de Wood ha estado dedicada a la ganadería en el condado de Lassen –donde se encuentra OR7 ahora y donde fue sacrificado el último lobo en 1924- durante seis generaciones. “Sólo espero que no haya sido un pariente mío el que lo mató”, dijo Wood, 56.
Otros vecinos de la zona parecían más interesados en el lugar del lobo en el panteón mitológico. “¿Cuál será la siguiente especie: los vampiros resplandecientes?”, preguntó un comentarista en un artículo en el Lassen County Times sobre el lobo, en una aparente referencia a ‘Twilight’, la serie sobre vampiros y hombres lobo.
Los fervientes fans de los lobos no sorprenden a Ed Bangs, el coordinador de la recuperación de los lobos recientemente jubilado del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre federal. “Cuando vuelvan los lobos, un lado dirá que es el fin de la civilización, que nuestros hijos serán atacados en la parada de autobús”, dijo. “El otro lado piensa que la naturaleza finalmente se está equilibrando y que ahora podemos darnos un abrazo colectivo”.
California vivirá las mismas divisiones, dijo Bangs, que en sus treinta años en la gestión del lobo, asistió a cientos de ruidosas reuniones con vecinos, rancheros y ambientalistas.
“Los lobos son aburridos”, dijo. “Es la gente la fascinante”.
31 de enero de 2012
29 de enero de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer