[Estados Unidos] [La ley federal es el único modo de imponer normas uniformes para el alojamiento y cuidado de las gallinas. Editorial de Los Angeles Times.]
Los 280 millones de gallinas ponedoras –y sus criadores- que hay en Estados Unidos se han acercado algo más a la promulgación de normas uniformes para su alojamiento y cuidados humanitarios. Un grupo de congresistas demócratas y republicanos ha introducido las Enmiendas a la Ley de Inspección de Productos Derivados del Huevo de 2012. La ley es el resultado de la necesaria coincidencia entre defensores del bienestar animal y la industria del huevo: los productores estadounidenses tendrán reglas claras y las gallinas, más espacio.
Después de años de batallas con los defensores de bienestar animal que exigen legislar para mejorar las escuálidas condiciones en que se mantiene a la mayor parte de las gallinas ponedoras, varios estados han aprobado nuevas leyes. Los productores se quejaban de que el país era un retazo de leyes contradictorias para la regulación de la producción y venta de huevos que amenazaba con perjudicar sus empresas. En California, por ejemplo, la industria avícola y esta página se opusieron a la Propuesta 2, el exitoso referendo de 2008 que prohibió el hacinamiento en jaulas para gallinas ponedoras con el argumento de que competir contra vendedores de huevos más baratos que operan sin esas exigencias perjudicaría a los granjeros californianos. Desde entonces, el estado ha aprobado una medida suplementaria que prohíbe la venta de huevos en el estado a granjeros que no producen en las mismas condiciones que en California.
Para rectificar la confusa situación nacional, la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos y los Productores de Huevos Unidos acordaron el verano pasado implementar nuevas normas para las gallinas ponedoras y se comprometieron a trabajar juntos por una ley federal. El proyecto de la Cámara de Representantes, que será seguido por una medida complementaria en el Senado, eliminará las jaulas en batería –en las que las gallinas no pueden extender sus alas- y las remplazará por “jaulas enriquecidas” que son dos veces más espaciosas. Las aves también podrán posarse en perchas y otros elementos que las dejan comportarse como gallinas y no meramente como eslabones en una fábrica de huevos. El proyecto de ley prohibirá los niveles excesivos de amoníaco –que provienen del excremento de las aves- en los gallineros. E ilegalizará a nivel nacional el transporte y venta de huevos que no son producidos bajo estas normas.
El proyecto propone una fase introductoria de entre quince y dieciocho años, de modo que la adaptación de los gallineros no sea onerosa para los granjeros. Aunque la ley remplazará la Propuesta 2, la introducción en fases en California será más rápida y en conformidad con el sistema ya establecido.
Una ley federal es el único modo de imponer normas uniformes, y esta inteligente y pertinente medida es apoyada por los Productores de Huevos Unidos, que representa al 88 por ciento de los productores de huevos del país.
23 de febrero de 2012
29 de enero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer