[Agentes federales arrestaron a Amine El Khalifi; se presume que planeaba bombardear el Capitolio. Después de una larga investigación sobre una presunta conspiración para cometer un ataque a tiros y un atentado suicida contra el Capitolio, el FBI y la Policía del Capitolio de Estados Unidos detuvieron el viernes, en el centro de Washington, a un ciudadano marroquí.]
[Sari Horwitz, William Wan y Del Quentin Wilber] Las autoridades detuvieron el viernes a un marroquí de veintinueve años al que acusan de conspirar para realizar un ataque suicida contra el Capitolio de Estados Unidos, la última en una serie de detenciones relacionadas con cargos de terrorismo como resultado de una operación de infiltración.Durante más de un año, Amine El Khalifi, de Alexandria, pensó en atacar objetivos como una sinagoga, un edificio de Alexandria con oficinas militares y un restaurante en Washington frecuentado por oficiales militares, dijeron las autoridades. Cuando fue arrestado a unas calles del Capitolio a la hora del almuerzo el viernes, llevaba lo que creía que era un arma automática cargada y un chaleco suicida listo para ser detonado.
El arma y el chaleco no fueron proporcionados por al Qaeda, como le dijeron a Khalifi, sino por agentes encubiertos del FBI que las habían hecho inoperables, dijeron las autoridades.
Dijeron que habían investigado a Khalifi durante una larga pesquisa y que nunca representó una amenaza para el público. El viernes en la tarde Khalifi compareció ante la Corte de Distrito en Alexandria, donde fue acusado de intentar hacer uso de un arma de destrucción masiva contra una propiedad federal. Podría ser condenado a prisión perpetua.
Khalifi “creía que estaba trabajando con al Qaeda”, dijo Neil H. MacBride, fiscal del Distrito Este de Virginia. Khalifi “ideó la trama, fijó los objetivos y los métodos por cuenta propia”.
En varias operaciones de infiltración recientes, algunos han criticado a los investigadores federales de provocar a los sospechosos y, en algunos casos, sugerir posibles objetivos y tácticas. Algunos juristas dicen que a veces el FBI se acerca al borde de lo ilegal en esos casos.
“Queremos estar seguros de que la trama no haya sido proporcionada por el gobierno”, dijo Karen Greenberg, directora del Centro de Seguridad Nacional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham, que estudia las operaciones de infiltración de organizaciones terroristas. “Hay un montón de zonas grises en estos casos”.
Pero funcionarios dijeron el viernes que Khalifi, del que se dice que vigiló el Capitolio y planificó metódicamente los atentados, no era una víctima involuntaria.
Khalifi llegó a Estados Unidos cuando tenía dieciséis años y vivió durante años como inmigrante ilegal en Virginia del Norte, después de haber caducado su visa de turista, informaron funcionarios. En 2010, fue desalojado de su departamento en Arlington después de no pagar el alquiler.
El casero de ese departamento, Frank Dynda, un abogado especializado en patente, dijo: “Empezó a recibir paquetes misteriosos etiquetados como ‘libros’, pero no creo que se haya tratado de libros”.
Dynda dijo que pensaba que Khalifi era “sospechoso y hostil”, y lo denunció a la policía de Arlington. Dos agentes visitaron el edificio de departamentos de Dynda poco después de la denuncia, pero le dijeron que no había motivos para preocuparse, dijo.
No está claro cómo llamó Khalifi la atención de las autoridades federales.
De acuerdo a una denuncia penal presentada el viernes en el tribunal, una fuente confidencial informó al FBI en enero de 2011 que Khalifi se había reunido con unos individuos en una residencia en Arlington, uno de los cuales llegó con un rifle de asalto AK-47, dos revólveres y municiones.
27 de febrero de 2012
17 de febrero de 2012
©washington post
cc traducción c. lísperguer