[Estados Unidos] [Ejército acusará a Robert Bales por el asesinato de diecisiete civiles afganos.]
[Craig Whitlock y Carol Morello] Las fuerzas armadas procesarán al sargento Robert Bales por diecisiete cargos de homicidio por la masacre de campesinos afganos, informó el jueves un funcionario estadounidense.
Bales, 38, será imputado formalmente el viernes, dijo el funcionario. Bales estuvo detenido en la prisión militar de máxima seguridad de Fort Leavenworth, Kansas, durante la semana pasada.
El funcionario estadounidense dice que el sargento Robert Bales será imputado por diecisiete cargos de homicidio por la masacre de campesinos afganos. El soldado de 38 años asesinó a tiros a nueve niños afganos y ocho adultos cuando dormían en sus casas.
Aunque los afganos pidieron un castigo expedito y severo, lo más probable es que tome meses, incluso años, antes de que la opinión pública vea al sargento acusado, Robert Bales, en la sala de un tribunal.
Los asesinatos son considerados la peor atrocidad cometida por Estados Unidos en la guerra afgana y han enturbiado las relaciones entre Estados Unidos y Afganistán en momentos en que los comandantes estadounidenses están tratando de estabilizar el país en preparación de una eventual retirada de Estados Unidos. El presidente Obama ha prometido juzgar a “cualquiera que sea el responsable” de esos crímenes.
Los cargos por homicidio indican que la fiscalía militar ha concluido que los crímenes fueron premeditados y que Bales estaba completamente consciente de sus actos, pero el abogado civil de Bales dijo que su cliente no recuerda todo lo que pasó en la madrugada del 11 de marzo. Funcionarios militares dijeron que Bales se apartó de una pequeña avanzada en la provincia de Kandahar y mató a diecisiete campesinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y más tarde volvió a su base y se entregó.
Previamente las autoridades habían informado que las víctimas eran dieciséis afganos, quedando otras gravemente heridas. Dijeron que el número de bajas se había elevado a diecisiete.
Aunque el presidente afgano Hamid Karzai depende de la coalición de Estados Unidos y las fuerzas militares de la OTAN para contener la insurgencia talibán, después de la masacre se refirió a las tropas extranjeras describiéndolas como “demonios”. También exigió que se retiren de todas las aldeas del país, lo que podría poner fin a la estrategia contrainsurgente de las fuerzas armadas estadounidenses.
Bales también será imputado por seis cargos de homicidio frustrado y agresión agravada contra otros seis campesinos, así como por abandono de deberes, dijo el funcionario estadounidense, que habló a condición de conservar el anonimato debido a que la acusación todavía no ha sido formulada. El abogado de Bales, John Henry Browne, de Seattle, no pudo ser localizado para oír su comentario.
Los ataques se producen en momentos en que la confianza entre los militares estadounidenses y sus aliados afganos se está evaporando rápidamente.
En enero, un video subido a la red mostró a marines estadounidenses orinando sobre los cadáveres de combatientes talibanes. Poco después, tropas estadounidenses quemaron ejemplares del Corán y otros textos sagrados, un acto aparentemente espontáneo que provocó disturbios generalizados.
Entretanto, soldados afganos y otros han aumentado las emboscadas contra tropas estadounidenses, incluyendo el asesinato de dos oficiales asignados a la seguridad del ministerio del Interior afgano. La semana pasada, un intérprete afgano que trabajaba para la OTAN robó un camión, se inmoló a sí mismo y trató de arrollar a un grupo de marines que esperaban para saludar al secretario de Defensa, Leon E. Panetta, después de que su avión aterrizara en la provincia de Helmand.
De momento, los funcionarios militares no han adelantado ningún motivo para los asesinatos en Kandahar, aunque dijeron que están investigando si Bales había bebido la noche de los ataques.
Bales estuvo implicado en al menos tres incidentes diferentes en los que parece que el alcohol fue un factor.
De acuerdo a un parte de la policía de Tacoma, Washington, de 2002, Bales fue acusado de agresión en una reyerta en un casino. Presuntamente dio un puñetazo en el pecho a un guardia de seguridad cuando dos gorilas trataron de expulsarlo después de que un cliente denunciara que lo había amenazado. Los guardias dijeron que estaba ebrio
En 2008, Bales se estrelló contra una señal de tráfico y un árbol cuando volcó en su Mustang rojo en un camino cerca de su casa en el área de Tacoma. Los testigos dijeron que sangraba profusamente y olía a alcohol cuando huyó hacia el bosque. Llamó a la policía más de diez horas después y dijo que se había quedado dormido cuando conducía, pero no se le sometió a un análisis de sangre para determinar si había estado bebiendo. Documentos judiciales muestran que fue multado en 792 dólares con cincuenta céntimos por huir después de destrozar bienes públicos.
La Associated Press informó que en 2008 fue acusado porque cuando saludaba a una mujer, llevó su mano a su ingle, y luego golpeó y pateó a su novio. Fue descrito como “completamente beodo”. Los alguaciles del sheriff del condado de Pierce, Washington, refirieron el caso a la fiscalía, pero no fue imputado.
[Morello informó desde Tacoma. Mary Pat Flaherty contribuyó a este reportaje.]
25 de abril de 2012
22 de marzo de 2012
©washington post
cc traducción c. lísperguer