[Siria] [¿Está al Qaeda infiltrando la revuelta siria? Los atentados suicidas y sofisticados atentados contra cruciales edificios gubernamentales sirios han provocado miedo entre algunos analistas de Oriente Medio de que organizaciones islámicas extremistas estén tratando de infiltrar la rebelión de catorce meses contra el presidente sirio Bashar Assad.]
[Carol J. Williams] Assad ha responsabilizado a militantes extranjeros de la revuelta contra él desde que empezara en marzo de 2011, tratando de presentar su sangrienta represión como parte de una guerra más amplia contra los terroristas islámicos, incluyendo a al Qaeda.
Aunque no han emergido evidencias directas de la participación de al Qaeda, algunos funcionarios del gobierno de Obama y analistas de Oriente Medio dicen que han detectado la mano de la organización en atentados recientes. Señalan la escala y las tácticas de recientes atentados terroristas en Damasco y llamados de dirigentes de al Qaeda a combatientes yihadistas a unirse a la lucha contra Assad.
“Tenemos informaciones que indican que hay una presencia de al Qaeda en Siria, pero francamente no tenemos demasiada información sobre cuáles son exactamente sus actividades”, dijo la semana pasada en Washington el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta.
En febrero, Ayman Zawahiri, el elusivo estratega de al Qaeda que tomó las riendas de la red terrorista después de que Osama bin Laden fuera asesinado el año pasado, llamó a los musulmanes de países vecinos a viajar a Siria para ayudar a sus hermanos en armas a derrocar al gobierno sirio.
Una organización poco conocida que se llama a sí misma el Frente Al Nusra ha reivindicado la responsabilidad por los atentados contra edificios gubernamentales sirios, incluyendo los atentados suicidas coordinados en Damasco el 10 de mayo que mataron a 55 personas. El Frente Al Nusra declaró que sus atentados son realizados por combatientes que vuelven de la lucha en otros lugares, desencadenando sospechas de vínculos con al Qaeda y la insurgencia en Iraq.
Dirigentes rebeldes del Ejército Libre de Siria han insistido en que ellos no tienen nada que ver con la red terrorista. Pero algunos analistas de seguridad dijeron que al Qaeda y otras organizaciones extremistas podrían aprovechar el caos y la violencia en Siria para reanudar sus operaciones en la región.
“Al Qaeda tiene un interés histórico en mantener una base más grande en el Levante”, dijo Bilal Y. Saab, analista del Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey, sobre la región oriental del Mediterráneo que abarca a Siria, el Líbano, Israel, Jordania, los territorios palestinos y parte de Turquía, Egipto e Iraq.
Algunos dicen que la incapacidad de Occidente de ayudar a los rebeldes ofrece al oportunismo de al Qaeda una posibilidad de infiltrar las disparatadas fuerzas que luchan contra Assad.
“Dado el caos en Siria en el último año, es probable que algunas organizaciones radicales con vínculos con al Qaeda hayan entrado en Siria”, dijo Paul Salem, director del Centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut. “En las comunidades no están siendo aceptados como un movimiento legítimo, pero son todavía efectivos como bandas armadas y quizás algunos rebeldes los aceptan cuando hacen volar por los aires un edificio de la inteligencia del ejército sirio”.
Salem ve un peligro en algunos grupos de paramilitares, los que ansiosos por ayuda en su lucha contra el gobierno sirio, están colaborando en los márgenes del conflicto sirio.
“Comparten algunos objetivos, y al Qaeda tiene capacidades letales que algunos quisieran utilizar”, dijo Salem.
La influencia de al Qaeda en Oriente Medio se ha erosionado en los últimos diez años, dañada por su despiadada violencia en Iraq que ha hecho aumentar en miles las víctimas civiles a partir de la invasión y la ocupación estadounidenses y los sentimientos anti-estadounidenses que siguieron. Finalmente al Qaeda fue derrotado en Iraq por suníes que se rebelaron contra ellos porque no estaban dispuestos a tolerar la continuación de la carnicería.
En Siria, al Qaeda puede estar atraída ideológicamente a una guerra en la que la mayoría suní está pagando el precio más alto de un conflicto que ha adquirido cada vez más ribetes religiosos a medida que aumentan los asesinatos.
“Desde su punto de vista, la guerra en Siria es contra suníes indefensos que nadie va a ayudar”, dijo Elliott Abrams, asesor de seguridad nacional del presidente George W. Bush y partidario de acciones más determinantes en Oriente Medio para contener a Irán y las milicias chiíes.
Aunque Abrams concedió que no se puede decir con certeza que al Qaeda esté implicado, argumentó que hay signos concluyentes de que extremistas islámicos extranjeros están en Siria a ambos lados del conflicto.
“[La guerra en Siria los atrae] como la llama a la polilla”, dijo. “No sabemos cuántos son, pero hay algunos y parece que hay cada vez más”.
Para Abrams y otros el peligro yace en no otorgar ayuda a los rebeldes incluso cuando existen indicios de que la Guardia Revolucionaria Iraní y los combatientes chiíes de Hezbollah de países vecinos como el Líbano han llegado a ayudar a Assad.
“¿Y qué les dimos? Kofi Annan”, dijo Abrams con desdén sobre el ex secretario de Naciones Unidas, enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe cuyo plan de paz no ha logrado detener el baño de sangre en Siria.
Es improbable que estén en camino más severas sanciones económicas y apoyo moral. El gobierno de Obama está enfrascado en la campaña por la relección y los estadounidenses están cansados de las sangrientas y caras guerras extranjeras y quieren concentrarse en las tribulaciones económicas del país. Tampoco tienen los aliados en Europa el estómago o el dinero para unirse a una lucha que casi ciertamente sería más mortífera y prolongada que la campaña de siete meses del año pasado para derrocar a gobernante libio Moamar al-Gadafi.
Los analistas están divididos en cuanto al efecto de agregar la presencia de al Qaeda a la volátil mezcla, inseguros de si eso disuadiría a Washington y sus aliados de una intervención más contundente. Para evitar una pesadilla como Iraq, los aliados occidentales podrían implementar alternativamente una respuesta como los reforzados ataques aéreos [asesinatos selectivos mediante el uso de aviones no tripulados] de Estados Unidos contra blancos de la filial de al Qaeda en Yemen.
Los rebeldes han mostrado habilidad en el uso de tácticas más sofisticadas en las últimas semanas, lo que según algunos delata la presencia de expertos extranjeros. Pero los avances podrían estar relacionados con que los paramilitares están mejor organizados después de más de un año de guerrear contra un enemigo militarmente superior.
Incluso en el ataque que casi todos definen como una posible intervención de al Qaeda, el devastador atentado con coche-bomba que impactó un edificio del servicio de inteligencia sirio en la capital la semana pasada, muchos han responsabilizado a agentes de Assad con el fin de sembrar miedo sobre los rebeldes y apuntalar al gobierno.
“La mera sofisticación del ataque podría indicar que esto es el trabajo de al Qaeda, debido al parecido que vimos en los incidentes en Iraq durante la ocupación”, dijo Saab, del Instituto de Monterey. “Pero no es impensable que el gobierno sirio sea el autor del atentado. Ya han matado a miles de personas de su propio pueblo”.
29 de mayo de 2012
18 de mayo de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer