[La mayoría republicana, más algunos demócratas, aprobó un proyecto de ley que permite la detención indefinida, sin acusación formal ni juicio, de quien quiera que el poder ejecutivo clasifique como terrorista. Editorial NYT.]
El miércoles una jueza federal anuló la ley que permitía la detención indefinida de los sospechosos de terrorismo en territorio estadounidense por constituir una violación de la libertad de expresión y el debido proceso. Dos días después, la Cámara de Representantes dejó claro que consideraba que eran temores desdeñables y votó aprobando la repelente práctica de la detención indefinida.
En una votación de 238 contra 182, rechazó una propuesta de algo tan básico que es difícil creer que se pueda argumentar sobre ello: una acusación formal y juicio para todo aquel que haya sido arrestado en Estados Unidos. Uno podría pensar que eso lo garantizaba la Constitución, pero ese derecho fue eliminado con la ley de política militar del año pasado, promulgada por el presidente Obama, que hizo una excepción para los sospechosos de terrorismo. Otorgando a las fuerzas armadas atribuciones para combatir el terrorismo doméstico, la ley en lo esencial permite que los presidentes clasifiquen a quien quieran como terrorista y encerrarlo de por vida sin juicio.
“Esto es otorgar al Ejecutivo demasiado poder sobre la libertad individual y las libertades civiles”, dijo Adam Smith, demócrata de Washington, que propuso enmendar el proyecto de la defensa de este año para poner fin a la excepción. “No creo que sea necesaria para mantenernos seguros”. Fue respaldado por Justin Amash, republicano de Michigan, y varios libertarios que temen los abusos del gobierno.
Pero no pudieron convencer a la mayoría republicana, junto con diecinueve demócratas. Qué importa que cientos de terroristas hayan sido encarcelados por tribunales civiles. Los partidarios de la detención dijeron que estaban horrorizados de que un agente de policía le pueda leer a un terrorista los derechos Miranda. “Creo que la inmensa mayoría de la gente en este organismo y en todo el país no cree que decirle a los terroristas que tienen derecho a guardar silencio sea la primera cosa que deban oír”, dijo Mac Thornberry, republicano de Texas.
Al menos una jueza federal ha reconocido que los derechos básicos no pueden ser negados arbitrariamente a toda una categoría de personas de modo que los legisladores puedan verse duros. En su opinión a principios de semana, la jueza Katherine Forrest, del Distrito Sur de Nueva York, impidió que el gobierno implementara una disposición sobre la detención indefinida porque violaba la Primera y Quinta Enmiendas. Observando que la ley también permite la detención de los que apoyan a los terroristas, dijo que la formulación era tan vaga que podría permitir que los periodistas que escriben sobre terroristas sean encarcelados. La jueza escribió que eso tiene un “escalofriante impacto sobre los derechos de la Primera Enmienda”.
El proyecto de ley de la defensa fue aprobada por la Cámara, y el presidente Obama ha amenazado con vetarlo, no porque no prohíba la detención, sino porque viola un acuerdo sobre el presupuesto militar y trata de prohibir los matrimonios del mismo sexo en recintos militares, entre otros puntos conflictivos. El Senado tiene la oportunidad de arreglar este proyecto para restaurar el derecho al debido proceso que garantiza la Constitución.
31 de mayo de 2012
18 de mayo de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer