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[En Kentucky toman medidas para frenar el dopaje en las carreras de caballo. Amenaza la vida de los caballos y la credibilidad de la actividad. Editorial NYT].

Los reguladores de Kentucky, el corazón de la industria de la cría de caballos, han tomado una importante medida para poner freno a la amplia práctica del dopaje que pone en peligro la vida de los caballos y la credibilidad del deporte en los hipódromos del país. Un medicamento diurético usado rutinariamente en los días de carrera para eliminar el peso de agua y estimular el rendimiento de los caballos será prohibido por la largamente esperada normativa adoptada la semana pasada por la Comisión de Carreras de Caballo de Kentucky.
Es un buen inicio, pero los reguladores en todo el país deberán hacer un montón más para cambiar la cínica cultura de la industria, que hace la vista gorda con el uso de medicamentos y solo impone golpecitos en la muñeca a los preparadores sorprendidos infraganti.
Doug O’Neill, el preparador de I’ll Have Another, ganador del Kentucky Derby y de las carreras Preakness Stakes, ha sido repetidas veces acusado de utilizar brebajes peligrosos e ilegales para incrementar el rendimiento, pero sigue en el juego. La asociación de carreras de California incluso pospuso su suspensión de 45 días de modo que I’ll Have Another pudiera correr en las carreras Belmont Stakes. El caballo fue retirado antes de la carrera debido a una lesión. Una ley del senador Tom Udall, demócrata de Nuevo México, y del representante Ed Whitfield, republicano de Kentucky, prohibirá los medicamentos en días de carrera y excluirá del deporte a los preparadores que sean infractores reincidentes. Estas garantías y otras más ya se han implementado en hipódromos en Europa, que muestran un mejor historial en cuanto a la seguridad de los equinos e integridad del preparador.
Los reguladores de 39 estados fueron invitados este mes a proporcionar al Congreso información sobre los preparadores que han estimulado repetidas veces a los caballos con brebajes peligrosos, como “batidos”, una mezcla de bicarbonato, azúcar y electrolitos, y terapia de onda de choque, un medio para la cicatrización de tejidos utilizado para mejorar la velocidad.
La prohibición de Kentucky de usar, en los días de carrera, furosemida, un medicamento diseñado originalmente para proteger a los caballos contra las hemorragias pulmonares, aunque es ampliamente usado para bajar de peso. La práctica debe ser prohibida en fases hasta que la ley entre en vigor para el Kentucky Derby de 2015.
Los preparadores y dueños se quejaron virulentamente de la prohibición, pero ya es hora de que acepten medicinas regulatorias más fuertes. “No tenemos futuro como un deporte con medicamentos”, advirtió rotundamente Tracy Farmer, miembro de la comisión hípica de Kentucky. Tiene razón.
19 de junio de 2012
17 de junio de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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