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[Teóloga católica disidente].

[Paul Vitello] Ada María Isasi-Díaz habría sido un sacerdote católico, contaba a sus amigos, su no fuera por la prohibición de la iglesia de ordenar a mujeres. En lugar de eso, se convirtió en una teóloga disidente que hablaba por las que consideraba el abandonado corazón espiritual de los miembros de la iglesia: las mujeres latinas como ella misma.
La doctora Isasi-Díaz, que murió de cáncer en Nueva York el 13 de mayo, era ampliamente conocida en Norte y Sudamérica como la principal teórica de la teología mujerista –publicó un libro con ese título en 1996- que ensalza el papel de las mujeres latinas, especialmente las pobres, por personificar la fe cristiana en la cotidiana lucha por la vida. Tenía 69 años.
Su muerte fue anunciada por la Universidad Drew en Madison, Nueva Jersey, donde fue profesora de ética y teología desde 1991 hasta su jubilación en 2009.
En parte, Isasi-Díaz concebía una teología mujerista para distinguir sus ideas de aquellas del feminismo –un término “rechazado por muchos en la comunidad latina”, escribió en 1989, “porque consideran que el feminismo es una preocupación de mujeres blancas angloamericanas”. Esperaba que el mujerismo, al que consideraba la rama espiritual del movimiento reformista conocido como la teología de la liberación, ayudaría a definir la especial identidad que compartían las mujeres católicas latinas y pobres.
“Las mujeres latinas están ampliamente de acuerdo en que, aunque somos la inmensa mayoría de los que participan en el trabajo de las iglesias, no participamos en decidir qué es lo que hay que hacer”, escribió en 1989 en Christian Century, ‘Mujeristas: A Name of Our Own!’ “Rezamos, pero se ignora nuestra comprensión del Dios al que oramos”.
Isasi-Díaz argumentaba que las mujeres pobres, por la naturaleza de su papel en la familia y en la comunidad, “ejercen su misión moral en el mundo” más profundamente que cualquier otro grupo de fieles. Lo hacían en las pequeñas opciones de todos los días, dijo: entre pagar el autobús o caminar cuarenta cuadras hasta el trabajo, por ejemplo; o entre el desayuno propio y el de un hijo. Esas opciones personificaban un inmenso poder moral, y merecía ser reconocido otorgando a las mujeres un mayor rol en su iglesia.
Isasi-Díaz llamó a una reorientación radical de la filosofía de la iglesia. “La experiencia de las mujeres latinas y nuestra lucha por la supervivencia, no la Biblia, son la fuente de nuestra teología y el punto de partida para interpretar, para apropiar y usar la Biblia”, escribió Isasi-Díaz en ‘Mujerista Theology’.
El Vaticano no reconoció nunca sus sugerencias. Su apoyo a la idea de admitir a las mujeres en el sacerdocio la convirtió en una figura polémica en el circuito de lecturas. Administradores de instituciones católicas cancelaban frecuentemente las invitaciones que le cursaban. En marzo la Universidad de los Hermanos Cristianos de Menfis, citando el hecho de que Isasi-Díaz oficiara en el matrimonio del mismo sexo de un sobrino en 2009, le retiró la invitación apenas dos semanas antes de que leyera el discurso de apertura de un evento universitario.
Ada María Isasi-Díaz nació en La Habana el 22 de marzo de 1943, uno de los ocho hijos de Josefina Díaz de Isasi y Domingo G. Isasi-Battle, ingeniero civil. La familia salió de Cuba en 1960 y se asentó en Baton Rouge, Luisiana, donde Isasi-Battle encontró trabajo como ingeniero en una refinería de azúcar. Sus sobrevivientes incluyen a su madre; un hermano, José; y cinco hermanas: Lourdes Pérez-Albuerne, Graciella M. Isasi-Díaz, Mari Isasi-Díaz, M. Teresita Ysasi-Díaz y Gloria M. Ysasi-Díaz.
Tras llegar a Estados Unidos, Isasi-Díaz fue novicia de la Orden de las Ursulinas en Santa Rosa, California, que la envió a estudiar a la Universidad de Nueva Rochelle y más tarde a trabajar como misionera en Perú.
Dejó la orden en 1969 antes de sus votos perpetuos y participó en la Conferencia para la Ordenación de Mujeres al Sacerdocio [Women´s Ordination Conference], que respalda su ordenación como sacerdotes católicos. Después de varias posiciones como maestra, se inscribió en el Seminario Teológico Unión [Union Theological Seminary] en Nueva York, donde se doctoró en teología en 1990.
Isasi-Díaz empezó a desempeñarse oficiosamente como pastor de la iglesia en 2007, cuando la Archidiócesis de Nueva York cerró la Iglesia de Nuestra Señor de los Ángeles en Harlem Este, la parroquia que adoptó cuando se mudó a Nueva York para asistir al seminario. Un grupo de parroquianos empezó a reunirse para orar en la acera fuera. Inicialmente fue una protesta, pero finalmente se convirtió en una institución vecinal, completa con siglas plegables y una tienda de campaña.
Hasta hace algunas semanas antes de enfermar, Isasi-Díaz leyó los sermones la mayor parte de los domingos durante cinco años.
19 de junio de 2012
5 de junio de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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