[Santiago, Chile] [Museo de la Memoria lanza exposición. La exposición se realizará entre el 24 de agosto y el 30 de diciembre, desde las 10 a las 18 horas en el hall del Cedoc.]
La vulneración de los derechos humanos de los niños por parte de la dictadura militar es el eje de la exposición ‘Nacer, crecer y morir en dictadura’, que realizará el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Es que, señala la invitación, “la vida de muchísimos niños y jóvenes fue afectada por hechos que cambiaron sus vidas para siempre: el miedo, la persecución, el exilio, la prisión política de la madre o del padre, la muerte o desaparición de familiares”.
Estos hechos, continúa el texto, afectaron “con fuerza a jóvenes y niños, dejando en estos últimos una huella en su formación, y cicatrices imborrables en sus vidas”.
La exposición -que se realizará entre el 24 de agosto y el 30 de diciembre, desde las 10 a las 18 horas en el hall del Cedoc- deja constancia, en su etapa Nacer, que “87 niños permanecieron en recintos secretos de detención junto a sus padres mientras estos eran torturados”.
“Hay 4 casos de los que no se sabe si nacieron o no, ya que sus madres continúan desaparecidas. Hay también 11 casos de nacimientos en cárceles de mujeres o campos de concentración, donde los niños pudieron compartir un tiempo con sus madres, experimentando un encierro injustificado desde sus primeros días de vida”, se explica.
Crecer en Dictadura
Respecto de Crecer en dictadura, se explica que “niños y niñas enfrentaron diversos escenarios que interrumpieron y marcaron sus vidas para siempre. 6.477 menores de 21 años están reconocidas actualmente como víctimas de prisión política y tortura”.
Agrega que “el exilio obligó a miles de familias a dividirse, cientos de niños y jóvenes tuvieron que dejar su entorno, sus juguetes, sus colegios, sus amigos, y adaptarse a otras culturas, con idiomas y costumbres distintas. El exilio provocó grandes traumas y definió el destino de muchos chilenos que nunca regresaron”.
La fase Morir, a su vez, apunta a que los menores de edad que fallecieron durante la dictadura son “la más clara demostración de abuso de poder e injustificación de la violencia desatada desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 10 de marzo de 1990. Hoy se reconocen a más de 415 menores de 21 años como víctimas desaparecidas o ejecutados políticos”.
22 de agosto de 2012
©la nación