[Cardenal italiano del ala liberal de la iglesia].
[Nicole Winfield] Murió el 31 de agosto el cardenal italiano Carlo Maria Martini, un poco frecuente liberal dentro de la fuertemente conservadora jerarquía de la Iglesia Católica que fue considerado un contendiente para el Papado en 2005. Tenía 85 años y sufría la enfermedad de Parkinson. Su deceso fue anunciado por la Archidiócesis de Milán, donde se desempeñaba como arzobispo.
El cardenal Martini, jesuita, expresó frecuentemente su disposición para tratar temas polémicos para la iglesia, tales como el uso de condones para luchar contra el VIH/SIDA, el celibato de los sacerdotes y la homosexualidad. Pese a sus opiniones liberales en un colegio de cardenales que creció cada vez más durante el Papa Juan Pablo II, fue considerado un posible contendiente en el cónclave de 2005 que llevó al papado al cardenal alemán Joseph Ratzinger, ahora el Papa Benedicto XVI.
Los italianos se familiarizaron con el cardenal a través de una popular columna, ‘Cartas al cardenal Martini’ en el diario Corriere della Sera.
Las columnas cubrían todo, desde los escándalos por los abusos sexuales hasta si para los católicos la cremación era moralmente aceptable (“es posible y se permite”, escribió). Sus respuestas estaban llenas de citas de la Biblia y referencias a las enseñanzas de la iglesia, pero que eran igualmente accesibles.
En 2006, el cardenal Martini causó revuelo en el Vaticano cuando dijo a l’Espresso, una semanario italiano, que los condones podían ser considerados un “mal menor” en la guerra contra el SIDA, especialmente para las parejas casadas.
Tres años después, insistió en que fue mal interpretado por una publicación alemana cuando le atribuyeron un llamado a revaluar el celibato sacerdotal como un medio para combatir la pedofilia entre los sacerdotes. Pero volvió a tocar el tema del celibato y otros tópicos espinudos este año en su libro ‘Believe and Know’.
Como resultado de su disposición para discutir temas que muchos cardenales preferirían no tocar, los católicos liberales pusieron sus esperanzas en el cardenal Martini para el cónclave de 2005. Algunos informes en la prensa italiana dijeron que recibió un significativo número de votos durante las primeras votaciones. Pero de acuerdo al informe más detallado del cónclave –el diario llevado presuntamente por un cardinal no identificado-, el cardenal Martini en realidad nunca fue un candidato a considerar. En lugar de eso, el principal contendiente de Ratzinger fue otro conservador, el cardenal argentino Jorge María Bergoglio.
El cardenal Martini se retiró como arzobispo de Milán en 2002 y se trasladó a Jerusalén, donde esperaba dedicarse a la oración y al estudio. Hacía tiempo que había creado relaciones con la comunidad judía, escribiendo libros y artículos sobre las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo.
“Sin una comprensión sincera del mundo judío, y una experiencia directa de este, no se puede entender el cristianismo a cabalidad “, escribió en el libro ‘Christianity and Judaism: A Historical and Theological Overview’.
El cardenal Martini nació el 15 de febrero de 1927 en Turín y fue ordenado sacerdote en la Sociedad de Jesús en 1952. Fue nombrado arzobispo de Milán en 1979.
Pese a su deseo de pasar sus últimos días en Jerusalén, volvió a Italia hace unos años a medida que empeoraba su Parkinson.
9 de septiembre de 2012
1 de septiembre de 2012
©washington post
cc traducción c. lísperguer