[Washington, Estados Unidos] [Y montañas de dinero de la CIA.]
[Scott Shane] El hombre con gafas de marco de metal y poblada barba, hablando en tono calmo y fuerte acento inglés, está familiarizado con decenas de videos de la web llamando a una guerra santa violenta contra Estados Unidos.
Pero un asombroso corto, grabado hace más de un año antes de que el hombre, Anwar al-Awlaki, fuera liquidado en Yemen con un ataque de un avión no tripulado de la CIA, el clérigo nacido en Estados Unidos tenía una misión muy diferente en mente: proponerle matrimonio a una tercera esposa.
“Este mensaje es específicamente para la Hermana Aminah”, dice Awlaki en el video dirigido a su futura esposa, una guapa rubia de 32 años, de Croacia, que esperaba acompañarlo en su fugitiva existencia. La mujer expresó su ferviente admiración por Awlaki en su cuenta en Facebook y más tarde dejó en claro en el video con el que le respondió que compartía sus opiniones radicales, diciendo: “Estoy preparada para cosas peligrosas”.
Ni Awlaki ni su futura esposa lo sabían, pero su unión estaba siendo arreglada por un agente doble danés como parte de un intento de ayudar al servicio de inteligencia danés y a la CIA a dar con el escondite del clérigo en Yemen. El intento fracasó, pero el agente encubierto, Morten Storm, 36, ex miembro de una pandilla de moteros que se había convertido al islam, siguió comunicándose con Awlaki. Cuando Awlaki fue asesinado en el ataque aéreo el 30 de septiembre de 2011, Storm estaba seguro de que sus esfuerzos habían dado frutos.
Pero finalmente el resentimiento de Storm por no recibir lo que consideraba que era suficiente reconocimiento, estalló. Telefoneó al diario Jyllands-Posten, el segundo de Dinamarca, y dijo a la perpleja recepcionista que él había ayudado a localizar a uno de los líderes terroristas más buscados del mundo. El diario danés gastó 120 horas entrevistando a Storm y verificando su relato.
Entre las pruebas que entregó el fornido y pelirrojo Storm para confirmar su extraordinaria historia, además del video de Awlaki y su correspondencia por email con él, había postales de agentes de inteligencia, una grabación en audio de un agente de la CIA conocido como Michael y una fotografía de 250 mil dólares en billetes de cien dólares –dinero que dijo que la CIA le había pagado por su papel como agente matrimonial.
Como parte de ese plan, la maleta que llevó a Yemen la novia, identificada solamente como Aminah en sus mensajes de video a Awlaki, fue equipada en secreto con un dispositivo de rastreo que la CIA esperaba que ayudara a revelar la ubicación del clérigo, dijo Storm a los periodistas daneses. Pero un precavido camarada de Awlaki desechó la maleta cuando ella llegó a Sana, la capital de Yemen. La novia viajó solo para encontrarse con Awlaki y casarse con él, pero el plan de la CIA se frustró.
El relato de Storm http://jyllands-posten.dk/indland/article4871630.ece muestra los extremos a los que llegaron funcionarios de la inteligencia estadounidense para cazar a Awlaki, un líder de al Qaeda en Yemen que según algunos funcionarios de contraterrorismo representaba una mayor amenaza para Estados Unidos que el mismo Osama bin Laden. El método de la CIA fue una variante del tradicional cebo de miel, en la que los servicios de espionaje usan el señuelo del sexo para atrapar a objetivos masculinos. Durante sus años como imam en Estados Unidos, Awlaki había sido detenido por contratar los servicios de prostitutas; para 2010 sus dos esposas árabes ya no vivían con él y le había pedido a Storm que le encontrara una mujer europea dispuesta a acompañarlo en su clandestinidad.
Sus elocuentes llamados a la violencia, dispersos en toda la red, ayudaron a radicalizar a decenas de jóvenes musulmanes anglohablantes. Fue incorporado a la lista negra [la lista de militantes que deben ser asesinados como parte de la campaña de asesinatos selectivos] del gobierno de Obama después de que funcionarios de inteligencia concluyeran que había participado en el fallido atentado con bomba contra un avión de pasajeros con destino a París el 25 de diciembre de 2009.
Su influencia persistió después de su muerte. Un hombre de Bangladesh de veintiún años, acusado el miércoles de tratar de volar el edificio del Banco de la Reserva Federal en Nueva York en una emboscada del FBI, reveló a un agente encubierto que se había convencido de la causa yihadista escuchando los sermones de Awlaki.
La ejecución de Awlaki, un ciudadano estadounidense, sin ninguna forma de juicio y sólo sobre la base de informes del servicio de inteligencia, desencadenó un debate ético y jurídico en Estados Unidos. Ahora en Dinamarca artículos publicados en el Jyllands-Posten han llevado a algunos daneses a preguntarse si su gobierno fue cómplice en el asesinato de Awlaki y, si lo fue, si acaso violó las leyes danesas.
Storm, cuya vida ha sido amenazada desde que su historia se hiciera pública, está oculto y no pudo ser localizado para que diera sus comentarios. El servicio de inteligencia danés dijo en una declaración que no puede “confirmar si se utilizaron o no individuos específicos como fuentes”. Una portavoz de la CIA dijo que la agencia no haría comentarios.
En una conversación de Storm con un agente de la inteligencia danesa en octubre de 2011, que Storm grabó en su celular y que el diario danés publicó en su versión online, el pretendido agente de la CIA conocido como Michael elogió los esfuerzos de Storm y dijo incluso que el presidente Obama había sido informado por sus actividades para localizar a Awlaki.
Pero dijo que “otros proyectos” de la agencia habían logrado localizar a Awlaki. “Estuvimos muy, muy cerca”, dijo Michael en la grabación, comparando su posición con la de jugadores de un campeonato de fútbol mundial que podrían haber metido un gol, pero no lo hicieron. Se puede oír a Storm en la grabación protestando que el agente de la CIA estaba minimizando su papel y el de Dinamarca en la cacería de Awlaki.
Pierre Collignon, jefe de redacción de Jyllands-Posten, dijo en una entrevista que los dos periodistas que se reunieron con Storm durante varios meses, Orla Borg y Carsten Ellegaard, corroboraron gran parte de lo que había dicho sobre sus tratos con Awlaki, el servicio de inteligencia danés y la CIA.
“Fuimos muy cautelosos”, dijo Collignon. “Teníamos miedo de que todavía pudiera ser un yihadista y pudiera estar haciendo caer en una trampa a los periodistas, quizás para secuestrarlos. Tenía antecedentes penales antes de convertirse en un ferviente musulmán, y era difícil confiar en él enteramente. Pero pudimos documentar su historia”.
El diario ha verificado los documentos que muestran que Storm recibió pagos regulares del servicio de inteligencia danés y confirmó que la instantánea de los 250 mil dólares desparramándose de un maletín diplomático –la presunta paga de la CIA- fue tomada en casa de su madre. Collington dijo que el diario pensaba publicar más artículos basados en el relato de Storm de sus seis años de trabajo como agente encubierto si podía confirmar los detalles.
Pero dijo que Jyllands-Posten, que fue blanco de amenazas terroristas después de que publicara una docena de caricaturas del profeta Mahoma en 2005, había decidido no circular otro video que mostraba Aminah sacándose el pañuelo de cabeza para demostrar que era rubia, dijo Collingnon. Dijo que eso podría ser considerado una provocación y una invasión de la privacidad de una mujer.
Aminah vive en la clandestinidad con otros militantes de al Qaeda en Yemen y ayuda a producir la revista Inspire, una publicación impresa en inglés que da consejos sobre cómo construir una bomba y se burla de Estados Unidos. El mes pasado tomó contacto con Storm, dijo Collignon, y le dijo que soñaba con convertirse en una terrorista suicida.
11 de noviembre de 2012
20 de octubre de 2012
©new york times
cc traducción c. lísperguer