[Parque Nacional Yellowstone, Estados Unidos] [La temporada de caza en los estados aledaños al parque nacional se ha cobrado la vida de 257 lobos que traspasaron sus fronteras. Una tragedia que además pone en peligro décadas de investigación etológica.]
[Jamie Rappaport Clark] Soy una bióloga con una increíble fortuna. Todos los años tengo el privilegio de reunirme, como Defenders of Wildlife, con decenas de amigos y sus familias en el Parque Nacional Yellowstone. Nuestra misión: observar a los lobos. Mi marido Jim, mi hijo Carson y yo ansiamos cada año este viaje para monitorear la recuperación de los lobos y ver de primera mano el asombroso repunte de una especie que estuvo al borde de la extinción en 48 estados.
Uno de los aspectos más destacados del viaje es pasar algún tiempo con algunos de los biólogos especializados en lobos que están en el terreno estudiándolos todo el año. Dough Smith, Dan Stahler, Erin Albers y otros hacen un trabajo fantástico estudiando de cerca a una docena de manadas en todo el parque. La investigación que vienen haciendo en estos últimos diecisiete años ha sido valiosísima para la conservación y estudios de la conducta del lobo en todo el mundo.
Es por eso que es tan alarmante que algunos de esos mismos lobos estén siendo matados a tiros durante la actual temporada de caza. Desgraciadamente, los lobos no entienden nada de fronteras y muchos de los lobos del parque están acostumbrados a ver humanos. No saben que fuera de los límites del parque hay un mundo totalmente diferente, ni que un humano fuera del parque puede significar peligro. En Yellowstone ya van diez lobos asesinados; siete de ellos provistos de collares de rastreo, lo que posiblemente pone en peligro años de investigación.
Gracias a la investigación de Yellowstone sabemos muchas cosas que nos ayudan a entender y controlar mejor a los lobos, no solamente en Yellowstone sino en todas las Montañas Rocosas del Norte y en cualquier parte donde vivan lobos. Uno de los proyectos de investigación más importantes es la relación entre depredador y presa. Ahora sabemos más sobre las especies que atacan los lobos, cuánto comen, cómo funcionan como manada y qué otros animales dependen de las sobras de esas cacerías para su propia supervivencia. La investigación también nos muestra cómo se comportan otros animales ante la presencia de lobos. La investigación estudia también el impacto de los lobos sobre numerosas especies, lo que los biólogos llaman “cascada trófica”. Una teoría es que los lobos pueden influir en la conducta de los alces obligándolos a pasar menos tiempo ramoneando en el valle y riachuelos de Yellowstone, lo que permitido que crezcan sauces y otros árboles y malezas, creando un hábitat más rico para castores, peces, aves y anfibios. Nunca habríamos sabido nada sobre el impresionante e importante rol que juegan los lobos si no hubiésemos tenido estos datos obtenidos en proyectos de años de extensa investigación de los lobos de Yellowstone.
Otras investigaciones recaban datos sobre enfermedades, genética, crianza, tasa de muerte por cacería, supervivencia de los cachorros y mortalidad. Yellowstone es considerado por los científicos de todo el mundo como el principal paisaje para la investigación de lobos debido a lo visibles que son en la parte norte de Yellowstone. Además de lo trágico que es que estos lobos estén siendo cazados, con la pérdida de cada lobo con collar de Yellowstone estamos perdiendo todo un tesoro de informaciones.
Los lobos de Yellowstone son valiosos por los datos que generan que nos ayudan entender mejor a los lobos y el importante rol que juegan en el ecosistema. Pero también son importantes para la gente. Durante los primeros años de la reintroducción del lobo, los biólogos no sabían que los lobos recién liberados en el norte de Yellowstone serían tan visibles para los investigadores y los numerosos visitantes que llegan al parque todos los años. Decenas de miles de personas son suficientemente afortunadas como para visitar Yellowstone todos los años para observar a los lobos que se han asentado en este parque. Conozco a muchos fotógrafos y cineastas que se ganan la vida siguiendo a las manadas de lobos y captando sus personalidades y conductas; los guías turísticos también satisfacen el deseo de los turistas de ver lobos. Y toda esta gente gasta dinero en el parque y en las comunidades locales –cerca de 35 millones de dólares al año, y causando un impacto total en la economía del orden de los 70 millones de dólares al año.
La caza de los lobos de Yellowstone ciertamente concentra la atención en las políticas de control en Wyoming, Idaho y Montana. La pérdida de estos lobos –los más protegidos en la región hasta que ponen pie fuera del Parque Nacional Yellowstone- ofrece una ventana que nos permite ver qué está pasando con los lobos en las Rocosas del Norte, donde los lobos no cuentan casi con ninguna protección. En esta temporada de caza han perdido la vida 257 lobos, y más de ochocientos han muerto desde que el Congreso retirara las protecciones federales de los lobos que viven en el centro de las Rocosas. Es difícil creer que este animal era, hasta el año pasado, una especie protegida por correr peligro de extinción.
Los estados de Montana, Idaho y Wyoming deben intervenir y trabajar con funcionarios del parque para reducir este grave impacto sobre los proyectos de investigación de los lobos. Estados Unidos ha invertido un montón en esta investigación y en estos lobos. Deberíamos estar orgullosos de que somos los líderes en la investigación para la conservación del lobo y tomar medidas para evitar que este tipo de pérdida siga ocurriendo este año. No podemos permitir que uno de los logros de conservación más espectaculares de los últimos cincuenta años sea socavado por prácticas de control desacertadas. Es hora de que tomemos posición y dejemos que los estados aledaños a Yellowstone sepan que sus acciones son inaceptables. Tenemos que trabajar juntos para asegurar un futuro mejor no sólo para los lobos de Yellowstone sino para todos los miembros de la especie que se han asentado en esa región.
3 de enero de 2013
6 de diciembre de 2012
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cc traducción @lisperguer