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[Estados Unidos] [Injustificado secreto sobre los asesinatos selectivos ordenados por el presidente Obama. Editorial NYT].

Durante años el presidente Obama ha estado estirando el poder ejecutivo para reclamar que la autorización para usar fuerza militar contra al Qaeda le otorga un derecho unilateral para ordenar el asesinato de personas fuera del campo de batalla sin orden judicial ni rendición pública de responsabilidades –incluso cuando el objetivo es un ciudadano estadounidense.
El miércoles, una jueza federal en Manhattan tomó posición acerca de mantener el secreto en relación con esta peligrosa visión sobre el ejercicio del poder ejecutivo. La jueza Colleen McMahon se negó a exigir que el Ministerio de Justicia revelara un memorándum que proporciona la justificación jurídica del asesinato selectivo de un ciudadano estadounidense, Anwar al-Awlaki, en un ataque de un avión no tripulado en Yemen en 2011.
La decisión fue la respuesta a una demanda -de que el memorándum y otros materiales relacionados- presentada bajo la Ley de Libertad de Información por el New York Times y dos de sus periodistas, Charlie Savage y Scott Shane, y también una petición más amplia bajo la ley presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles. Estamos en profundo desacuerdo con la conclusión de la jueza McMahon de que estaba obligada por un “montón de leyes y precedentes” a negar acceso al memorándum jurídico –preparado por la Oficina de Asesoría Jurídica del Ministerio de Justicia– y otros documentos que entregan una base jurídica y documental para las ejecuciones extrajudiciales.
Para empezar, varios funcionarios de gobierno han hablado en público sobre el papel de Estados Unidos en el asesinato de Awlaki y las circunstancias bajo las cuales el gobierno ordena asesinatos selectivos, incluyendo el de ciudadanos estadounidenses. En la convención para la nominación del presidente Obama el año pasado, un video preparado por su comité de campaña definía prominentemente el asesinato de Awlaki como un logro del presidente en materias de seguridad nacional.
Una “campaña de relaciones públicas” tan selectiva e interesada debería haber sido considerada una dispensa del derecho del gobierno a impedir el escrutinio público de sus motivos legales. Además, hacer público el documento no habría puesto en peligro la seguridad nacional ni revelado ningún detalle operaciones clasificado. La resolución, que es inconsistente con el propósito y la historia de la ley de acceso a la información, merece ampliamente que sea revocada en la apelación.
Sin embargo, apreciamos el honesto reconocimiento de la jueza McMahon del “carácter tipo Alicia en el País de las Maravillas” de su decisión, la que permite que el Ejecutivo proclame públicamente la legalidad de los asesinatos selectivos al mismo tiempo que insiste en que la ciudadanía no debe conocer las razones de esa conclusión. El gobierno se ha opuesto a todas las iniciativas jurídicas del padre de Awlaki y otros para forzar una revisión judicial de la decisión de asesinarlo.
La jueza McMahon admitió las serias interrogantes que plantea el programa de asesinatos selectivos sobre los límites legítimos de la autoridad gubernamental en nuestro sistema constitucional y expresó la opinión de que, como asunto de política pública, el análisis jurídico del gobierno debería ser público.
“Un conocimiento más completo sobre los criterios legales en los que se basa el gobierno para justificar el asesinato selectivo de individuos, incluyendo a ciudadanos estadounidenses, lejos de cualquier campo de batalla reconocible, permitiría la discusión inteligente y la evaluación de una táctica que (como antes la tortura) sigue siendo fuertemente debatida”, escribió la jueza.
El presidente Obama, que prometió un gobierno más transparente en su primera campaña y primeros días en el cargo, debería hacer caso de esos sentimientos y ordenar que el memorándum jurídico sea liberado, junto con otras informaciones que pudieran arrojar luz sobre los criterios legales usados por el gobierno y las evidencias que condujeron al asesinato de Awlaki.
Ya debería haberlo hecho.
6 de enero de 2013
3 de enero de 2013
©new york times
cc traducción @lisperguer

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