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[Japón] [Artista japonés, autor del cómic ‘Gen el descalzo’ [Barefoot Gen]. Recurrió a sus recuerdos después de sobrevivir el bombardeo atómico de Hiroshima para crear una espeluznante, aunque esperanzadora, obra maestra sobre un niño que vivió los ataques de 1945.]

[Marisa Gerber] Las imágenes de una ciudad envuelta en llamas y un río cubierto de pálidos y radioactivos cadáveres nunca dejaron la mente de Nakazawa.
El artista del manga japonés usó esas y otras imágenes tras sobrevivir el bombardeo atómico de Hiroshima para crear ‘Gen el descalzo’, una espeluznante, aunque esperanzadora, historieta sobre un niño que, como Nakazawa, sobrevivió el ataque del 6 de agosto de 1945.
Nakazawa era alumno de primer año y estaba parado frente a su escuela cuando aviones de Estados Unidos dejaron caer la bomba que mató a más de cien mil personas, incluyendo a su padre, hermano y hermana. Sobrevivió, como su madre, pero la radiación le provocó un alumbramiento prematuro. Su hermana recién nacida murió pocos días después de los ataques contra Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.
Nakazawa, que desde los años setenta ha utilizado ‘Gen el descalzo’ para advertir contra la proliferación de armas nucleares, murió de cáncer al pulmón el 19 de diciembre en un hospital en Hiroshima, de acuerdo a informes en la prensa japonesa. Tenía 73 años.
“Tocó cuerdas sensibles a los dos lados del Pacífico”, dijo el historiador y crítico de animación Charles Solomon sobre ‘Gen el descalzo’. “No sólo por su temática, sino por la idea de que un libro de historietas pudiera presentar este tipo de material y presentarlo convincentemente”.
“Quería poner en papel las escenas que tenía grabadas en mi mente”, dijo Nakazawa al Daily Yomiuri de Tokio en 2009. “Todo el mundo dice que la bomba atómica fue terrible, pero yo quería usar el manga para mostrar a la gente lo terrible que en realidad había sido”.
Su obra magna de diez tomos, que ha sido traducida a varios idiomas y adaptada al cine, responsabiliza por el bombardeo tanto a Japón como a Estados Unidos y hacía referencia a su anhelo de una paz mundial.
En una escena, el personaje del título, Gen, que sigue siendo alegremente positivo pese a su sufrimiento, mira con optimismo un arco iris sobre el sol. Fantasea sobre un mundo pacífico, “donde la gente cruza libremente puentes de arco iris y hablan unos con otros como amigos”.
Como su alter ego en el cómic, Nakazawa abogaba por la paz.
En una fiesta de 2009 con ocasión de la traducción completa y revisada del manga al inglés, Nakazawa dijo: “Hemos traducido a Gen con la esperanza que un mayor número de anglohablantes lo lea. Espero que la gente se dé cuenta, por medio de Gen, de que las armas nucleares son una locura”.
Nacido a un kilómetro y medio del centro de la ciudad de Hiroshima el 14 de marzo de 1939, Nakazawa y su madre vivieron en la pobreza los años posteriores a los bombardeos. Trabajó como aprendiz de un pintor de letreros y soñaba con dedicarse a dibujar mangas.
A los 22 cogió sus bocetos y se trasladó a Tokio, donde trabajó en varias revistas. En 1973, a instancias del editor de la revista japonesa Boys’ Jump Monthly, empezó a escribir ‘Gen el descalzo’.
Guiones inspirados en sus propias experiencias –y no dibujos meticulosos- fueron el punto fuerte del artista autodidacta.
“Su estilo artístico es muy crudo”, dijo en una entrevista con el Times el curador del Museo del Cómic [Cartoon Art Museum] en San Francisco, Andrew Farago. “Su trabajo era un poco menos refinado que el de algunos de sus contemporáneos”.
De ese modo, dijo Farago, ‘Gen el descalzo’ evoca los cómics underground que inundaron el mercado estadounidense a fines de los años sesenta y principios de los setenta.
Lo que más diferenciaba al manga, dijo Farago, era su temática.
‘Gen el descalzo’ ofrecía una dolorosa pero verídica versión del sufrimiento en el Japón de después de la Segunda Guerra Mundial que anhelaba el olvido.
En 1976, cuando partes del manga fueron traducidos y publicados en Estados Unidos, la mayoría de los lectores veían los cómics como un modo de escapar de los aspectos dolorosos de la vida, incluyendo los recuerdos todavía en carne viva de la guerra.
“En los cómics, esperábamos superhéroes o chistes como en las historietas de Walt Disney”, dijo Solomon. “Y llegó alguien que usaba el formato de la historieta para contar una historia personal potente y convincente sobre el sufrimiento, la resistencia y la supervivencia”.
Otros personajes de Nakazawama también se oponían a otros desarrollos.
En ‘Hiroshima: The Autobiography of Barefoot Gen’, la autobiografía del artista publicada en 2010, traducida por Richard H. Minear, Nakazawa, dijo que había creado una vez un protagonista para contrarrestar los roles masculinos machistas que a menudo se ven en los mangas.
“Para crear un contraste”, escribió Nakazawa, “pensé, qué tal un chico débil y ñoño”.
El manga fue su plataforma para desafiar las normas e inspirar cambios.
“Soy dibujante, así que las historietas son mi única arma”, escribió en su autobiografía. “La duda es muy fuerte, pero tenemos que creer que el cambio es posible”.
12 de enero de 2013
7 de enero de 2013
©los angeles times
cc traducción @lisperguer

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