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[Científicos advierten al mundo: reducir a la mitad el consumo de carne. Un estudio de Naciones Unidas dice que el escándalo de la carne de caballo deja al descubierto el lado oscuro de la carne barata y muestra cómo las prácticas agrícolas están destruyendo al planeta.]

[Fiona Harvey] Los habitantes del mundo desarrollado deberían convertirse en “demitarians”: consumir la mitad de la carne que consumen actualmente, o dejar de consumirla para evitar daños severos al medioambiente, es lo que proponen los científicos en el estudio más terminante en aparecer sobre cómo las prácticas agrícolas están destruyendo el mundo natural.
Los autores dicen que el escándalo de la carne de caballo ha dejado al descubierto el lado oscuro del nuestra predilección por la carne, que ha alimentado el comercio en ganado indocumentado y en las comidas preparadas baratas y mal etiquetadas. “Existe un riesgo para la cadena alimentaria”, dijo el profesor Mark Sutton, que acuñó el término demitarian y es el principal autor de un estudio del Programa Ambiental de Naciones Unidas (UNEP) publicado el lunes. “Ahora es buen momento para hablar sobre el tema con la gente”.
En las últimas décadas, la búsqueda de carne cada vez más barata –la mayoría de la gente en los países ricos come mucho menos carne que hace una o dos generaciones- ha resultado en una expansión masiva de la industria ganadera intensiva. Esto ha desviado enormes cantidades de granos desde el consumo humano hacia el consumo animal, aumentado el uso intensivo de fertilizantes, pesticidas y herbicidas y, de acuerdo al informe de UNEP, creando “una red de contaminación del agua y del aire que está dañando la salud humana”. El vertido de estos químicos está creando zonas muertas en el mar, causando la proliferación tóxica de las algas y matando a los peces, mientras algunos están amenazando a las abejas, los anfibios y los ecosistemas sensibles. “La atención que ha suscitado este escándalo con la carne, pone el foco en la mala calidad de la carne. Muestra que una sociedad debe pensar mucho más en el ganado y en las opciones alimentarias, en el medioambiente y en la salud”, dijo Sutton.
La respuesta, dijo Sutton, es poner más verduras en el plato, y menos proteína animal. “Sigamos comiendo carne, pero menos: transformemos el consumo de carne en algo especial”, instó. “El tamaño de las porciones es clave. Muchas porciones son demasiado grandes, más de lo que puedes comer. Piensa sobre el cambio cultural que está detrás de la posición: ‘me gusta el sabor, pero no necesito comer tanto’”.
Llenando el plato con verduras y carne, mantendrá a la gente bien alimentada. “La mayoría de la gente no se da cuenta”, dijo, citando un reciente evento de Naciones Unidas en el que el chef utilizó sólo un tercio de carne que utilizaba habitualmente, y más verduras para acompañar, y más del noventa por ciento de los invitados quedaron satisfechos.
Sutton estaba hablando sobre rico Occidente, Estados Unidos y Europa en particular. Quiere que el cambio de dieta sea encabezado por Europa, porque Estados Unidos será una nuez mucho más difícil de cascar. Los científicos de Naciones Unidas dijeron que la gente en los países pobres debería poder aumentar su consumo de proteína animal, mientras que miles de millones de personas no tienen acceso a esta. Pero si no se quiere perjudicar al medioambiente, el cambio en el consumo de carne en el mundo en desarrollo debe equilibrarse con una reducción en la cantidad consumida en los países desarrollados.
Es probable que el pollo y el cerdo sean las carnes que, en términos relativos, menos daño ambiental causan, aunque las normas de bienestar y las circunstancias en la que se produce el ganado pueden hacer una gran diferencia. “El pollo es una de las carnes más eficientes, porque crece rápidamente y puedes utilizar el estiércol”, dijo Sutton. La producción de carne da cuenta del ochenta por ciento del nitrógeno y fósforo utilizado en la agricultura, de acuerdo al informe de UNEP, titulado ‘Our Nutrient World: The challenge to produce more food and energy with less pollution’ [Nuestro mundo nutriente: el reto de producir más alimentos y energía con menos polución’]. Estos nutrientes se producen globalmente a un elevado costo, pero la mayoría de ellos terminan desaprovechaos a través del estiércol animal. En algunas zonas del mundo, los nutrientes son escasos, lo que resulta en rendimientos agrícolas menores.
El UNEP advierte: “A menos que se tomen medidas, el aumento en la polución y el consumo per cápita de energía y productos animales exacerbarán las pérdidas de nutrientes, los niveles de polución y la degradación de la tierra, además de amenazar la calidad del agua, aire y suelos, y afectando el clima y la biodiversidad”.
El informe también describe una serie de medidas mediante las cuales la agricultura podría ser más amigable con el medioambiente, desde simples pasos como almacenar mejor los fertilizantes y usarlos menos frecuentemente, y captar las emisiones de gas de los invernaderos. El uso de nitrógeno se podría reducir en 20 millones de toneladas hacia 2020, ahorrando 110 mil millones de libras al año. Reutilizando los desechos, tales como el estiércol, y tratando las aguas residuales con métodos modernos, también podría ahorrar miles de millones de libras.
26 de febrero de 2013
18 de febrero de 2013
©guardian
cc traducción @lisperguer

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