Home

[Kenia] [En el Parque Nacional Amboseli, Kenia, una manada de elefantes de sabana se dirige hacia las colinas donde pasarán la noche.]

[Samantha Strindberg y Fiona Maisels] No hay nada que una madre elefante no haga por su bebé, pero incluso ella no puede protegerlo contra las balas. Hace cerca de un año, cazadores furtivos atacaron a una familia de elefantes de selva en África central. La bióloga que presenció el ataque nos dijo que los guardabosques fueron totalmente sobrepasados. Al final, a una madre elefante, acribillada a balazos y barritando de dolor y miedo, no le quedó otra cosa que usar su enorme cuerpo para proteger a su bebé. Su sacrificio fue inútil; el cachorro también fue asesinado.
Esta es la realidad actual de los elefantes de bosque de África.
Esta madre y su hijo fueron solo dos de las decenas de miles de elefantes de bosque que han sido masacrados en los últimos diez años. Un impactante 62 por ciento de los elefantes ha desaparecido de África central entre 2002 y 2011, de acuerdo a un estudio que acabamos de publicar con otros sesenta científicos en la revista PLoS One. Es el estudio más grande que se haya realizado en las selvas de África central, donde los elefantes están siendo exterminados por su marfil.
En China y otros países en el Lejano Oriente, ha habido un astronómico aumento en la demanda de baratijas de marfil que, por más delicada que sea su factura, no tienen ninguna utilidad esencial. Y los colmillos de un elefante se han convertido en una joya ostentosa para consumidores que no tienen ni idea o simplemente les es indiferente que se haya obtenido infligiendo terror, horrendos dolores y muertes a seres pensantes, sintientes y autoconscientes.
Uno de nosotros pudo observar este terror cuando cruzaba un bosque en África central. El nauseabundo hedor fue su primer aviso. A medida que el olor se hacía más penetrante, el zumbido de muerte que rodea el cuerpo de un elefante muerto se hizo más pronunciado: miles de frenéticas moscas ponían huevos y se alimentaban del cuerpo. El cadáver estaba grotescamente cubierto por las blancas larvas de moscas; la barriga estaba hinchada con los gases de la descomposición. La cara del elefante era una masa sanguinolenta; sus colmillos habían sido sacados con un hacha –una atrocidad que se comete a menudo cuando el animal está todavía vivo.
Tanto los elefantes de selva como de sabana, aunque para algunos biólogos son especies diferentes, están siendo exterminados por cazadores furtivos en extensas regiones de África, pese a que es el elefante de bosque el que, en estos momentos, está siendo empujado hacia su extinción. Las continuadas matanzas de estos animales significan mucho más que la pérdida de una especie simbólica. Los elefantes de selva juegan un papel ecológico crucial en la vida de los bosques donde viven, lugares de una increíble biodiversidad y una de las regiones de absorción de dióxido de carbono más importantes del planeta.
Estos elefantes son logrados jardineros a gran escala. Mientras cruzan sus bosques nativos, creando una red de senderos usados también por otros animales, comen y esparcen grandes cantidades de semillas en extensas áreas. Brotando en innumerables pilas de estiércol, nuevos árboles mantienen saludables las selvas y contribuyen al aire puro que nos gusta respirar a todos. Los elefantes también mantienen abiertos los claros ricos en sal de los bosques que sirven como gigantes ensaladeras que son cruciales para muchos animales, incluyendo los gorilas.
Mientras la destrucción de hábitats causada por el rápido aumento de la agricultura industrial se cierne sobre África central, las catastróficas pérdidas de elefantes de bosque son casi enteramente resultado de la caza ilegal. Esta carnicería también está afectando la conducta de estos animales altamente inteligentes cuando responden a los peligros a los que hacen frente. Evitan los caminos no protegidos por los guardabosques. Mientras que en el pasado recorrían amplias regiones, ahora los varios grupos que componen la población se han convertido en manadas aisladas geográficamente, cercados por el manto del terror. Ya no jardinean a gran escala, y se les ha privado de recursos alimenticos, minerales e hídricos que necesitan para mantenerse sanos. Hay menos tiempo para alimentarse y nada para jugar ni para las interacciones sin prisas entre familiares.
Los elefantes jóvenes tampoco desarrollan relaciones sociales sólidas cuando viven en un estado de terror, ni lloran a sus familiares asesinados –y los elefantes sí conocen el duelo. Cuando muere alguna madre, los bebés que todavía dependen de su leche mueren lentamente de inanición, desolados y solos. Vemos cada vez más grupos de jóvenes elefantes sin hembras experimentadas que los acompañen. También se han perdido con estas matriarcas las tradiciones y las memorias colectivas que se transmitieron durante muchas generaciones que guiaban a sus retoños hacia ese aislado depósito de sal o tramo de árboles frutales que los ayudaban a sobrevivir.
La caza ilegal es un gran negocio que realizan carteles del crimen organizado tan implacables como los que trafican en narcóticos, armas y gente. Las leyes internacionales existentes contra el lavado de dinero deberían usarse para seguir la huella del dinero y perseguir a esos criminales.
Un atributo universal de los humanos es la compasión. Protegemos a los que se encuentran en peligro. Debemos mostrar esta compasión a los elefantes de la selva, dándoles espacio para desplazarse y protegerles de peligros. Más importante, la gente debe dejar de comprar marfil. Si no actuamos, tendremos que admitir vergonzosamente ante nuestros hijos que cuando los elefantes estaban siendo exterminados, simplemente miramos sin hacer nada.
[Samantha Strindberg y Fiona Maisels son científicas conservacionistas de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre para salvar a los elefantes, primates y otros animales silvestres].
18 de marzo de 2013
18 de marzo de 2013
©new york times
cc traducción @lisperguer

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s