[¿Deberíamos prohibir para siempre el faenamiento de caballos para el consumo humano? ¿Debe prohibirse la exportación de caballos si estos son destinados al consumo humano o animal?
[Alicia Graef] Pese al escándalo de la carne de caballo en Europa, varias compañías han estado presionando para abrir las puertas a la pérfida práctica del faenamiento de caballos en Estados Unidos, aunque se han presentado recientemente leyes federales para ponerle fin.
Los últimos mataderos en Illinois y Texas fueron cerrados para siempre en 2007, gracias a un proyecto de ley de asignaciones que quitó los fondos a las inspecciones de carne de caballo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). En 2011, el presidente Obama promulgó la Ley de Asignaciones Agrícolas sin esa disposición, que revertía la prohibición previa. Mientras estuvo vigente, los caballos de Estados Unidos eran trasladados al otro lado de la frontera de México y Canadá.
Desde entonces, las compañías de cinco estados han presentado solicitudes al Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS) del USDA de permisos para faenar caballos, mientras otros numerosos estados y ayuntamientos han tomado medidas para mantener los mataderos cerrados.
La USDA ha anunciado que admitirá a trámite una solicitud para inspeccionar mataderos de caballos en una instalación en Roswell, Nuevo México. Si es aprobada, la Valley Meat Company LLC abrirá el primer matadero de caballos de Estados Unidos.
En los últimos dos años, Valley Meat fue suspendida dos veces por el USDA por violaciones a la Ley de Métodos Humanitarios de Faenamiento de Animales, además de una multa de 86.400 dólares por disposición impropia de carcasas. No sorprende que sus acciones hayan sido condenadas por líderes políticos de Nuevo México, incluyendo a la gobernadora Susana Martínez, al fiscal general Gary K. Kig y al comisionado de Tierras del Estado, Ray Powell, D.V.M. Felizmente para caballos y consumidores, la Ley de Protección de Alimentos de Exportación de Estados Unidos (SAFE) fue introducida en ambas cámaras del Congreso con el apoyo bipartidista de los senadores Mary Landrieu (demócrata de Luisiana) y Lindsey Graham (republicano de Carolina del Sur), junto con los representantes Patrick Meehan (republicano de Pensilvania) y Jan Schakowsky (demócrata de Illinois). Esta ley prohibirá el faenamiento de caballos en Estados Unidos y asegurará que los caballos no sean transportados al otro lado de la frontera con ese fin y es apoyada por organizaciones animalistas, entre ellas el Instituto de Bienestar Animal, la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA) y la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS).
“Los caballos no son criados para el consumo humano, y son frecuentemente tratados con fármacos y químicos que son tóxicos para los humanos”, dijo la senadora Landrieu. “Debemos asegurarnos de nuestro cadena alimentaria no se contamine con carne de caballo”.
Actualmente existen 370 medicamentos que son habitualmente utilizados en caballos y que la Administración de Alimentos y Medicamentos ha prohibido para animales que son faenados para el consumo humano, de acuerdo al Instituto de Bienestar Animal. Un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology pone el énfasis en al menos uno de los medicamentos con que son tratados los caballos, el fenilbutazona (bute), que no es no solo tóxico para los humanos, sino además un cancerígeno. Desgraciadamente, no hay modo de detectarlo.
Es también inconcebible pensar que el gobierno destine dinero para financiar las inspecciones del USDA de los caballos destinados al consumo humano cuando ya está recortando el presupuesto y despidiendo inspectores.
Mientras los proponentes continúan argumentando que el sacrificio es humanitario y necesario, abundan las evidencias que prueban que tanto el transporte como el procedimiento de faenamiento son cualquier cosa menos humanitarios. El USDA también calculó previamente que más del 92 por ciento de los caballos que entran al matadero están absolutamente sanos.
“Los caballos enviados al matadero son a menudo víctimas de tratos brutales”, dijo el representante Schakowsky. “Debemos luchar contra esas prácticas. La Ley SAFE de 2013 se encargará de que esos majestuosos animales sean tratados con el respeto que merecen”.
¿Qué hacer? Firma y comparte la petición instando al Congreso a aprobar la Ley SAFE.
8 de abril de 2013
19 de marzo de 2013
©care2
cc traducción c. lísperguer