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[Estados Unidos] [¿Lo lograremos? ¿Tendrá el quinto intento de prohibir los antibióticos en los establos, éxito?]

[Alicia Graef] La resistencia a los antibióticos es un creciente problema en todo el mundo, pero los granjeros continúan pompeando antibióticos en animales que no los necesitan. En un intento de poner fin a esta polémica práctica en Estados Unidos, la legisladora Louise Slaughter, de Nueva York, ha vuelto a presentar un proyecto que haría justamente eso.
“La resistencia al antibiótico es una importante crisis en la salud pública. Cada año dos millones de estadounidenses se contagian infecciones bacterianas durante una estadía en un hospital o en un centro de atención a largo plazo. En el pasado, estas infecciones eran fácilmente solucionadas con antibióticos. Ahora mueren al año cerca de cien mil personas a causa de estas infecciones, porque el setenta por ciento de ellas son resistentes a uno o más medicamentos usados comúnmente en su tratamiento”, dijo Slaughter.
La resistencia a los antibióticos cuesta cerca de veinte mil millones de dólares al año en costes de salud excesivos, 35 millones de dólares en otros costes externos y más de ocho millones de días adicionales que la gente gasta en el hospital, de acuerdo al Centro para el Control de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, Concentrated Animal Feeding Operations (CAFOs) prosiguió agregando antibióticos humanos al pienso animal para acelerar su crecimiento y prevenir enfermedades que son comunes en condiciones de vida hacinadas e antihigiénicas. De acuerdo a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el ochenta por ciento de los antibióticos producidos en este país son usados en la agricultura animal, y la inmensa mayoría no son usados para propósitos terapéuticos –cerca de cuatro veces la cantidad usada directamente por humanos.
El problema con esto es que los animales están recibiendo regularmente dosis bajas de antibióticos que son como placas de petri ambulantes para el crecimiento bacteriano que puede resultar en cepas de bacterias resistentes a los antibióticos. Estas cepas de bacterias resistentes a los antibióticos pueden extenderse a otros animales, y a nosotros comiendo y manejando carne y productos lácteos, junto con frutas y verduras y por habernos expuesto a suministros de agua contaminada por el estiércol en la forma de fertilizantes y vertidos. Nuestra industria ganadera está criando algo que nuestra medicina no tiene ninguna posibilidad de superar, y todos somos susceptibles a ellas, comamos carne o no.
La Ley de Conservación de los Antibióticos para Tratamientos Médicos (PAMTA) reformaría la Ley de Alimentos, Medicamentos y Productos Cosméticos para prohibir efectivamente el uso no-terapéutico de ocho tipos de antibióticos que son actualmente usados en animales sanos, mientras garantiza que los animales enfermos serán tratados.
“Desde 1977, cuando el FDA reconoció la amenaza de las enfermedades resistentes a los antibióticos y llamó a reducir el uso de antibióticos en animales, hemos estado esperando por una acción significativa para proteger la salud pública”, dijo Slaughter. “En lugar de eso, hemos tenido retrasos y decisiones a medias y como resultado, incluso enfermedades corrientes como amigdalitis pueden pronto llegar a ser fatales. He patrocinado este proyecto porque el Congreso debe actuar inmediatamente para proteger la salud pública”.
Slaughter, el único microbiólogo en el Congreso, ha presentado este proyecto cuatro veces desde 2007. Esta vez ha sido actualizado para agregar ocho clases de fármacos – cefalosporinas- que quedarían prohibidos para usos no-terapéuticos.

Bacterias de Pesadilla
A principios de mes, el doctor Thomas Frieden, director del CDC convocó a una rueda de prensa sobre una nueva cepa de bacterias resistentes a los antibióticos -carbapenem-resistant Enterobacteriaceae (CRE)– que describió como una “bacteria de pesadilla” que puede propagar la resistencia a otros gérmenes, como E. Coli, y mate a la mitad de los pacientes con infecciones en el flujo sanguíneo. Advirtió que solo tenemos “una limitada ventana de oportunidades”, para remediar la situación cuando se trata de las bacterias resistentes a los medicamentos.
“Esas bacterias están causando más pacientes hospitalizados para pegarse infecciones que, en algunos casos, son imposibles de tratar”, de acuerdo a CDC.

Crisis Global
La Asociación Médica de Ontario también hizo circular un informe esta semana sobre el aumento de bacterias resistentes a los antibióticos e instado a los gobiernos federal y de Ontario a que regulen los antibióticos usados en la agricultura, informa el CBC. Ontario actualmente no regula cómo han de usarse en granjas, o de donde vengan.
En el Reino Unido, la ministro de Salud, Anna Soubry, ha llamado a los granjeros, veterinarios y compañías farmacológicas a terminar con la práctica de usar antibióticos en animales sanos y ha escrito al Departamento del Medioambiente, Alimentos y Asuntos Rurales (Defra) pidiendo que se prohíba la práctica, informa el Daily Mail.
Pero allá, la Alianza para el Uso Responsable de Medicinas en la Agricultura –formada por compañías farmacéuticas y granjeros- afirmó que “permiten que los animales enfermen y curarlos no es considerada una buena práctica. En la medicina humana esa práctica sería considerada negligente, y la misma consideración se aplica a los animales en riesgo”.
Hace que uno se pregunte si acaso saben que no seremos capaces de curar a personas que enferman porque estaban tratando a animales que no compensaban por sus condiciones antihigiénicas, hacinamiento y el deseo de reducir los costes.
En Estados Unidos, hay 450 organizaciones que apoyan a PAMPTA, incluyendo organizaciones sanitarias públicas, cientistas, la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Médica de Estados Unidos, la Academia Nacional de Ciencias, y pequeños granjeros en todo el país.
“Cuando vamos al supermercado a recoger la cena, deberíamos ser capaces de comprar nuestro alimento sin la preocupación de que su consumo exponga a nuestra familia a bacterias potencialmente mortíferas que ya no responden a nuestros tratamientos médicos. A menos que intervengamos ahora, seguiremos permitiendo, sin darnos cuenta, que los animales sirvan de incubadoras de bacterias resistentes”, dijo Slaughter en una declaración.
Es de esperar que esta vez el Congreso reconozca la seriedad del problema y la transmita a PAMTA.
12 de abril de 2013
26 de marzo de 2013
©care2
cc traducción c. lísperguer

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