[Los Angeles, California, Estados Unidos] [Fallas en medidas para proteger a animales que trabajan en estudios cinematográficos. Durante la filmación de ‘Luck’ murieron tres caballos, provocando que HBO cancelara la serie.]
[Michael Cieply] En un plató, incluso los mosquitos pican según el guión. Y el guión es voluminoso: 131 páginas de directrices decretadas por la Asociación Humanitaria de Estados Unidos sobre las producciones de cine y televisión, buscando todas las ansiadas palabras de aprobación: “No hay animales lesionados”.
Sin embargo, a veces los animales sí resultan lesionados, y cuando lo son, la indignación pública es rápida. Hace un año, después de que se lesionara y sometiera a eutanasia a un tercer caballo de la serie ‘Luck’ de HBO -el caballo se encabritó, cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza contra el suelo-, la compañía anunció al día siguiente que cancelaba la serie.
Incidentes como estos en ‘Lucks’ concentran la atención en la asociación humanitaria y su capacidad para monitorear e implementar normas. Tras aquellas muertes, organizaciones animalistas presionaron por respuestas en medio de acusaciones de negligencia, y una ex funcionaria de la asociación presentó una demanda por despido improcedente, diciendo que fue castigada por quejarse por el tratamiento dado a los caballos.
Hace poco, hubo reacción por la muerte de cerca de dos docenas de animales durante la producción de las películas ‘Hobbit’ y sobre un reciente comercial de Kmart en el que murió un tiburón. En una declaración el jueves pasado, la asociación humanitaria, de Washington, dijo que estaba investigando la muerte la semana pasada de un perro que había sido llevado a una clínica a instancias de la asociación tras mostrar signos de estrés antes de ser llamado al set para una toma comercial.
Preparadores y otros miembros de la industria acusan a la asociación de tener relaciones demasiado íntimas con el ramo, que le proporciona su financiamiento, y de estar más interesada en expandir su poder que en ejercerlo.
La asociación humanitaria argumenta que está esforzándose por cumplir con los retos de la protección animal en la era del cine moderno. “No estamos cubriendo suficientes noticias animales, debido a la manera en que ha cambiado el modelo de hacer negocios en la industria”, dijo Robin R. Ganzert, presidenta ejecutiva de la asociación, en una conferencia telefónica el mes pasado.
Ganzert y otros sugieren que los recursos y autoridad de la asociación son demasiados limitados en una era en la que han aumentado las producciones más pequeñas –como los indie films, televisión por cable e incluso producciones de internet- y las expectativas públicas con respecto a la seguridad animal.
Muchos de estos problemas serán atendidos en una reunión anunciada para el miércoles en la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión. De momento, sin embargo, la respuesta del estudio ha sido cauta. Interrogados sobre qué planes esperar, ninguno de los principales estudios, excepto Warner Brothers, confirmó su asistencia.
Las compañías cinematográficas generalmente valoran la certificación de la asociación, que tiende a calmar la preocupación pública sobre escenas con animales, y pocos sugerirían que el actual déficit económico esté más allá del alcance de una industria que mueve miles de millones de dólares en beneficios al año. Pero los estudios todavía deben abordar el problema, en parte debido a que los ejecutivos se muestran cautelosos de mezclarse en un sistema financiero ideado para operar al alcance de la mano.
Sin embargo, rumores sobre la reunión está provocando una feroz reacción entre los preparadores animales y otros que no han sido invitados (aunque un preparador participará en un panel de discusión). Algunos sospechan que la asociación quiere hacerse con el poder con el fin de aumentar los ingresos y cubrir sus propios fracasos.
Los preparadores, que ya son fuertemente regulados por funcionarios federales y del estado, están particularmente enfadados con la idea de que la asociación pueda querer extender su autoridad más allá del plató, para incluir la certificación de aquellos que albergan y abastecen animales –algo que ellos ven como un intento de reforzar los fondos por medio del cobro de tarifas.
“Nos parece que se están convirtiendo en una organización animalista que ya no está interesada en lo que está bien o mal en la industria, sino solamente en la recaudación de dinero”, dijo Benay Karp, celadora cuya compañía está equipada para entregar zorrillos adiestrados, perros de la pradera, colibríes o, si la escena lo exige, rinocerontes.
En enero, Karp dirigió una protesta en la que cerca de tres docenas de preparadores y otros se enfrentaron a funcionarios de la asociación en su oficina en el Studio City. Los preparadores se quejaron de que la organización no los había apoyado en disputas con agresivos productores y directores, había enviado a menudo a monitores que no tenían experiencia específica con animales exóticos en un set, y se estaba encariñando demasiado con la industria que debe vigilar.
Mencionaron los 2011 Hero Dog Awards, de Hallmark Channel, de los que Ganzert fue una productora ejecutiva. Algunos preparadores dijeron que la asociación había cruzado una línea prohibida suministrando un perro que no estaba adiestrado específicamente para el cine.
“Se convirtió en una sesión informativa”, dijo Karen Rose, encargada de la operación de la asociación de cine y televisión, sobre el enfrentamiento. “Para algunas personas, nosotros seremos siempre demasiado severos. Para otras, no lo somos suficiente”.
Con respecto a los premios caninos, Ganzert dijo que un ejecutivo de la asociación, sin su conocimiento, había en realidad entregado la producción con una mascota personal. “No debería haber ocurrido”, dijo Ganzert en un email, agregando: “No volverá a ocurrir”.
La organización está autorizada a destinar monitores a cualquier toma cubierta por el sindicato que utilice animales –y está facultada para cerrar una producción que causa lesiones a un animal. Los monitores pueden a veces chocar con los empleados cuando sopesan la seguridad de los animales contra las exigencias de los esquemas de producción cinematográfica.
La organización es financiada por una subvención anual del Fondo Cooperativo para el Avance de la Industria, una organización sin fines de lucro que recibe una pequeña contribución de la industria del espectáculo que está relacionada con los ingresos de los actores, y es supervisada conjuntamente por productores y miembros del ahora fusionado sindicato de actores S.A.G.-Aftra.
Funcionarios de la Alianza de Productores de Cine y Televisión, el S.A.G.-Aftra y la I.A.C.F., rechazaron hacer comentarios o no respondieron preguntas sobre la subvención de la asociación humanitaria. De acuerdo a Ganzert, en su último año fiscal, que terminó el 30 de junio, la unidad de monitoreo de cine cubrió 3.498 días de rodaje, y emitió certificados a 570 producciones –un aumento desde 2.392 días de rodaje y solo 144 producciones en el año fiscal que terminó en junio de 2003.
Aunque las certificaciones casi se cuadruplicaron en el periodo, dijo Ganzert, el subsidio anual de la industria a la asociación aumento sólo en medio millón de dólares, a cerca de 2.1 millones de dólares en el actual año fiscal, y en realidad ha caído de un reciente máximo de casi 2.5 millones de dólares.
Al mismo tiempo, Ganzert, que se unió a la asociación en 2010 después de trabajar con Pew Charitable Trusts, estaba imponiendo una nueva disciplina fiscal de la organización matriz, la que durante años ha participado en un programa calculado de gastos deficitarios permitidos por un legado de más de treinta millones de dólares en la década pasada.
Mientras recortaba los costes en casi un treinta por ciento, Ganzert redujo también el personal, que incluía a seis monitores de la unidad de Hollywood.
En la reunión pendiente, Ganzert dijo que ella en realidad esperaba explicar que muchas escenas con animales cubiertas por el sindicato quedaban sin ser supervisadas debido a la falta de recursos, y que se necesitarían cerca de 5.8 millones de dólares para supervisarlos todos. (Una persona que ha trabajado estrechamente con la asociación, y que habló a condición de conservar el anonimato, calculó que cincuenta por ciento de las películas con intensa acción animal no está siendo cubierto).
A fines de diciembre, entretanto, una ejecutiva de toda la vida de la unidad fílmica de la asociación, Barbara Casey, presentó una demanda contra la organización y HBO, que produjo ‘Luck’. La demanda afirma que fue despedida después de que la organización sucumbiera ante lo que Casey dijo que eran presiones de productores para que ignorara las quejas sobre los abusos de caballos.
Alan Zuckerman, abogado de la asociación, dijo en una entrevista que a Casey la habían dejado marcharse como parte de una necesaria reducción de personal. HBO dijo que cualquier acusación de que no trataba bien a los caballos “no tenía mérito alguno”.
Sin embargo, Casey es descrita por una ex colega como una convencida partidaria de los monitores en el plató que no siempre sienten que cuentan con el apoyo de la organización en el inevitable enfrentamiento con los directores.
Eso ha conducido a informes de denunciantes, algunos de ellos dirigidos a People for the Ethical Treatment of Animals –organización que se opone oficialmente al uso de animales en el mundo del espectáculo, aunque más pragmáticamente limita sus objeciones más vehementes al uso de animales silvestres.
Los denunciantes, dijo Ganzert, eran probablemente un subproducto inevitable de la propia reducción de la organización. “No minimizamos los problemas”, dijo. “Los abordamos seriamente”.
En cuanto a los bichos, Tonya Obeso, monitora de la asociación, pasó un día hace poco en Universal Studios, cerciorándose de que algunas arañas artistas fueran bien tratadas en el estudio de ‘CSI: Crime Scene Investigation’.
“Teníamos tres viudas negras, y cinco viudas falsas”, dijo Obeso. También había algunos bichos de bola congelados. Pero estos habían sido comprados muertos, dijo, para cumplir con la prohibición de la organización contra la práctica de poner animales que se podrían comer unos a otros en el mismo contenedor.
21 de abril de 2013
14 de abril de 2013
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer