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[Leyenda del cine underground y artista bohemio. Apareció en 130 películas y se convirtió en una de las primeras estrellas de Andy Warhol. El chico que abandonó el mundo del privilegio, fue una figura familiar en el Lower East Side de Nueva York.]

[Elaine Woo] Murió el miércoles en Denver, Taylor Mead, leyenda del cine underground cuyo cómico encanto y sentido de lo surreal inspiro a Andy Warhol y otra figuras seminales en el mundo del cine alternativo. Tenía 88 años.
Personaje de la bohemia de Nueva York que era también artista y poeta, Mead estaba visitando a su familia cuando sufrió un derrame, informó su sobrina, Priscilla Mead.
Llamado “el Charlie Chaplin” del underground de los años sesenta”, Mead tenía aspecto de élfico con sus ojos muñeco que trabajó, según sus cuentas, en 130 películas, empezando con el clásico del cine arte de 1960, ‘The Flower Thief’. En una reseña del Village Voice, el crítico de cine J. Hoberman lo declaró la “primera estrella del cine underground”.
Se convirtió más tarde en una de las primeras superestrellas de Warhol, y llegó a trabajar en películas como ‘Tarzan and Jane Regained … Sort Of’ ‘ ‘Lonesome Cowboys’.
También fue conocido por su trabajo en ‘The Queen of Sheba Meets the Atom Man’, de Ron Rice y en ‘Babo 73’, de Robert Downey Sr.
El director indie Jim Jarmusch, que introdujo a Mead en una conmovedora viñeta con que terminó su película de 2003, ‘Coffee and Cigarettes’, consideraba a Mead uno de sus héroes.
Tras abandonar una vida de privilegios, Mead se filmó a sí mismo con Allen Ginsberg, Jack Kerouac y otros tempranos líderes de la escena beat de San Francisco en los años cincuenta antes de asentarse en Nueva York y ganarse la vida como miembro de su próspero arte underground.
Era una figura familiar en el Lower East Side de Manhattan, donde recorría las calles con una libreta, leía sus poemas en cafeterías –a menudo contra el telón de fondo de Charles Mingus- y alimentaba a los gatos de la calle antes del alba.
“Taylor era una chispa que inspiraba a directores, poetas y artistas de las dos costas”, dijo Haden Guest, director del Harvard Film Archive, que patrocinó la retrospectiva de Mead en el otoño pasado. “Veía su vida como su arte y su arte como su vida y no los separaba como lo hacemos hoy”.
Fue el tema de ‘Excavating Taylor Meadp’, un documental de 2005 de William Kirkley que teje la historia personal del actor con sus combates posteriores para conservar su decrépito departamento de Nueva York y mantener su vida como espíritu libre.
Nacido el último día de 1924 en Grosse Pointe, Michigan, Mead era hijo de un acaudalado hombre de negocios y su esposa bohemia del que se divorció antes de que naciera. Flotó de internado en internado y varias universidades antes de que su padre le encontrara una posición en una correduría, que no le gustó.
Abiertamente homosexual desde que tenía 12 años, abandonó la Costa Este a mediados de los años cincuenta, viajó a dedo hasta California y estudió actuación en la Pasadena Playhouse.
Inspirado por ‘Pull My Daisy’, un cortometraje de obra de teatro de Kerouac, ‘Beat Generation’, colaboró con Rice en ‘The Flower Thief’, una película estructurada un poco al azar con mano alzada que muestra a Mead recorriendo las cafeterías de San Francisco y bucea con una flor, una bandera de Estados Unidos y un oso peluche.
“No había trama, no había toma”, dijo al Philadelphia City Paper en 2005. “Era extremadamente espontáneo, y todos nosotros estábamos locos de todos modos”.
El crítico J. Hobernab, de Village Voice, la elogió como la “película beatnik por excelencia”, con Mead como “una suerte de idiota de un pueblo zen”.
En 1964, antes de que Warhol fuera una celebridad mega del arte pop, invitó a Mead a un viaje en carretera a California para la inauguración de una exposición en una galería. Terminaron rodando ‘Tarzan and Jane Regained…Sort Of’, una parodia de películas de aventuras de Hollywood que fue el primer guión parcialmente escrito por Warhol. Mostraba a Mead como un Tarzan de Hollywood retozando con una Jane desnuda en una bañera en el Beverly Hills Hotel, haciendo ejercicios en Venice Beach y en un torneo de bíceps de Dennis Hopper con su rival Tarzan.
Mead trabajaría en cerca de diez películas de Warhol en los siguientes diez años, incluyendo una curiosa toma de 76 minutos en la que muestra su trasero desnudo.
Definiéndose a sí mismo como “diletante de las artes”, Mead también hizo teatro, ganó un Obie Award en 1963 por su actuación en la pieza de Frank O’Hara, ‘The General Returns From One Place to Another’. Publicó poesía y tres volúmenes de diarios de vida, exhibió su arte en la Whitney Biennial de 2006 y leía sus poemas semanalmente en el Bowery Poetry Club de Manhattan.
“Su proyecto se podía definir así, ser creativo, activo, mantente ocupado. Y lo hizo”, dijo su director y amigo Clayton Patterson.
Tuvo su gran despeque en décadas en ‘Coffee and Cigarrettes’, de Jarmusch, de 2003, “una serie inconexa de viñetas con un amplio reparto de actores, incluyendo a Bill Murray, Cate Blanchett, Tom Waits e Iggy Pop. Los críticos se emocionaron con la actuación de Mead como conserje en una pausa de café que no quiere volver al trabajo. La película termina cuando Mead cierra los ojos con los acordes de una canción favorita de Mahler, que resuena con su colorido pasado:
¡Estoy muerto para el tumulto del mundo
Y descanso en un reino tranquilo!
¡Vivo solo en mi cielo,
en mi amor y en mi canción!
23 de mayo de 2013
23 de mayo de 2013
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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