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[Leyenda de los efectos especiales. Ray Harryhausen revolucionó las películas animadas con clásicos como ‘El monstruo de los tiempos remotos’ y ‘Simbad y la princesa’. Sin su trabajo, nunca habría habido ‘La guerra de las galaxias’ ni ‘Parque Jurásico’, dijo Steven Spielberg.]

[Dennis McLellan] Murió Ray Harryhausen, leyenda de las películas de animación cuyo trabajo en ‘El monstruo de los tiempos remotos’ [The Beast From 20,000 Fathoms; La bestia que vino desde las 2.000 brazas; El monstruo del mar], ‘Jason y los argonautas’ [Jason and the Argonauts] y otros clásicos de ciencia ficción y fantasía le tallaron una reputación en el cine de culto que inspiró más tarde a generaciones de directores y artistas de efectos especiales. Tenía 92 años.
Harryhausen murió el martes en Londres, donde había vivido durante décadas. Su muerte fue confirmada por Kenneth Kleinberg, su representante legal de toda la vida en Estados Unidos.
En la era de la imaginería generada por el ordenador en la que trabajó, Harryhausen usaba el engorroso proceso de hacer ligeros ajustes a la posición de sus modelos a escala articulados y tridimensionales y luego firmarlos toma por toma para crear la ilusión de movimiento. El metraje de sus animales y criaturas exóticas era a menudo combinado, más tarde, con acción en vivo.
Trabajando con presupuestos modestos y normalmente con dos o tres asistentes –si acaso- para mantener bajos los costes, Harryhausen creó innumerables e inolvidables grandes momentos de la pantalla.
En ‘El monstruo de los tiempos remotos’ (1953), un dinosaurio descongelado en una prueba nuclear en el Ártico causa una catástrofe en la Gran Manzana en la que devora a un policía de Nueva York antes de su encontrar su fin en Coney Island.
En ‘Jason y los argonautas’ (1963), el héroe mitológico Jason (Todd Armstrong) decapita a un hidra de siete cabezas que custodia el Vellón de Oro y luego Jason y sus hombres luchan contra los esqueletos guerreros que blanden siete espadas que surgen de los dispersos dientes de la hidra.
En ‘El valle de Gwangi’ (1969), un grupo de vaqueros a caballo a la vuelta del siglo veinte, intentan lacear al personaje del título, un Tyrannosaurus rex de 4.5 metros, para capturarlo para un espectáculo sobre el Salvaje Oeste.
¿Y quién puede olvidar el reptil volador prehistórico que cucharea y escapa con Raquel Welch, envuelta en un bikini de piel animal, en ‘Hace un millón de años’ [One Million Years BC] (1966]?
El mundo de fantasía de Ray Harryhausen inspiró a Steven Spielberg, George Lucas, James Cameron y muchos otros directores, algunos de los cuales han pagado tributo cinematográfico al maestro de los efectos especiales.
En el largometraje animado ‘Monsters Inc.’, de Pixar, 2001, un restaurante en Monstropolis es bautizado en homenaje a Harryhausen.
El director de ‘Spy Kids 2: La isla de los sueños perdidos’ [Spy Kids 2: Island of Lost Dreams], incluyó un esqueleto esgrimista múltiple inspirado en Harryhausen con un cierre de créditos para Harryhausen.
Y ‘La guerra de las galaxias: el ataque de los clones en Venezuela’ [Star Wars: Episode 2 — Attack of the Clones], de Lucas, presentó una escena de gladiadores, incluyendo dos tomas montadas exactamente como las que Harryhausen ideó para su clásico de 1958, ‘Simbad y la princesa’ [The 7th Voyage of Sinbad].
“Había visto otras películas de fantasía antes, pero ninguna de ellas tenía la suerte de asombro que tenían las películas de Ray Harryhausen”, dijo Lucas en ‘Las crónicas de Harryhaysen’ [The Harryhausen Chronicles], un documental de 1998, escrito y dirigido por el historiador y crítico de cine Richard Schickel.
En 1992, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ofreció a Harryhausen el Gordon E. Sawyer Award por logros técnicos.
Como parte de un contingente de Hollywood que escribió cartas y donó dinero para que Harryhausen pudiera tener su estrella en la Pasarela de la Fama en 2003, Spielberg escribió: “Sin el trabajo en efectos especiales de Harryhausen en las últimas cinco décadas, nunca habría habido ‘La guerra de las galaxias’ ni ‘Parque Jurásico’. Sus películas continúan incendiando nuestra imaginación.
Para Harryhausen, todo empezó con un gorila gigante llamado Kong.
Nacido en Los Angeles el 29 de junio de 1920, Harryhausen tenía trece cuando vio ‘King Kong’ durante su estreno en el Teatro Chino Grauman en Hollywood.
“Desde entonces no he vuelto a ser él mismo”, se dice que repite en los últimos años.
“Salí lelo del teatro”, dijo Harryhausen en una entrevista de 2009 con el Chicago Tribune. “Era una historia tan totalmente diferente. El guión te lleva desde el mundo mundano hasta la fantasía más escandalosa que se ha haya llevado a escena alguna vez”.
Inspirado por el pionero en efectos especiales históricos en la animación Willis O’Brien en ‘King Kong’, Harryhausen empezó a crear modelos de dinosaurios y a hace experimentos en películas animadas de 16mm en el garaje de la familia.
En la escuela secundaria, Harryhausen descubrió que el padre de un compañero de curso había trabajado con O’Brien en una película. El hombre sugirió llamar a MGM y hablar con su ídolo. Lo hizo, y para su sorpresa, su héroe de efectos especiales lo invitó al estudio.
Después de examinar una maleta llena de modelos de dinosaurios que Harryhausen había llevado con él, O’Brien sugirió que estudiara anatomía. Más tarde O’Brien ofreció críticas constructivas y estímulo después de ver el metraje de los experimentos en animación de Harryhausen.
Todavía en la secundaria, Harryhausen se inscribió en clases vespertinas de arte y anatomía en Los Angeles City College. Para obtener más conocimiento en técnicas cinematográficas, siguió cursos vespertinos en dirección artística, fotografía y edición en la Universidad de Carolina del Sur. El tímido adolescente incluso tomó clases de actuación.
En 1938, conoció a otro aficionado de la fantasía que se convirtió en un amigo de toda la vida: Forrest J Ackerman, que fue más tarde editor de la revista Famous Monsters of Filmland.
A sugerencia de Ackerman, Harryhausen empezó a asistir a reuniones de la
Los Angeles Science Fiction League, donde conoció a otro espíritu libre que se convirtió en un amigo de toda la vida, el novato escritor de ciencia ficción Ray Bradbury.
El mismo año, Harryhausen empezó su proyecto de animación más ambicioso en el garaje de la familia: ‘La evolución del mundo´[Evolution of the World], una historia sobre el principio del mundo a través de la época de los dinosaurios y de la aparición de los mamíferos.
Abandonó el proyecto de ‘La evolución’ después de ver la impresionante secuencia que muestra a los dinosaurios y su fin en el largometraje animado de Disney, ´Fantasia’, pero usó su metraje y modelos como muestras para conseguir su primer trabajo profesional: el productor George Pal lo contrató por dieciséis dólares a la semana para ayudar a animar los modelos para los ‘Puppetoons’, una serie de cortos de Pal para la Paramount Pictures.
De 1940 a 1942, Harryhausen trabajó en los cortos de ‘Puppetoons’. Luego, con el mundo en guerra, se enroló en el ejército.
Asignado al Cuerpo de Señales, fue trasladado a la División de Servicios Especiales, donde, entre otras películas, trabajó en la serie ‘Por qué luchamos’, supervisada por el coronel Frank Capra.
Harryhausen, un talentoso artista y escultor, fue aproximado por el mayor Ted Geisel, que más tarde fue el famoso Dr. Seuss, para esculpir un modelo del personaje cómico, el recluta Snafu, para ser utilizado por artistas en el estudio de animación para la serie ‘Snafu’ del ejército.
Después de la guerra, Harryhausen empezó a hacer una serie de cortos animados basado en canciones de cuna y cuentos de hadas, y sus padres le echaron una mano. Su padre ayudó a construir los sets e hizo las armazones de metal de los modelos; su madre hizo todo el vestuario y tapicerías para los sets.
Los primeros cuatro cuentos de hadas fueron reagrupados bajo el título de ‘Cuentos de mamá ganso’ [The Mother Goose Stories] (1946). Le siguieron un puñado de cortos, incluyendo ‘Caperucita roja’ [The Story of Little Red Riding Hood; La chica de la capa roja] (1950) y ‘Hansel y Gretel’ (1951).
Para ganarse la vida haciendo cortos después de la guerra, Harryhausen tomó comisiones para injertos en películas y haciendo comerciales para la televisión y organizaciones.
Su gran despegue vino cuando su mentor, O’Brien, le dio su primer proyecto de largometraje –trabajar con él en efectos animados para una película sobre otro simio gigante: ‘El gran gorila’ [Mighty Joe Young].
Harryhausen dijo más tarde que él animó más del noventa por ciento del clásico de 1949, cuyos numerosos platos fuertes incluyen una secuencia de pelea entre Joe y ocho matones. La película le ganó al creador técnico O’Brien un Oscar por los mejores efectos especiales.
Intentando hacerlo solo, el primer esfuerzo animado en solitario de Harryhausen fue la película de bajo presupuesto de 1953, ‘El monstruo de los tiempos remotos’.
Harryhausen inició su asociación de tres décadas con el productor Charles H. Schneer con ‘Surgió del fondo del mar’ [It Came From Beneath the Sea], una película de 1955 sobre un pulpo gigante que destruye el Golden Gate Bridge.
Para distinguir el proceso de animación de modelos en tres dimensiones de Harryhausen a partir de caricaturas animadas y ayudar a vender sus fotografías al público, Schneer inventó el nombre ‘Dynamation’.
Siguieron otras muestras de efectos especiales de Harryhausen, tales como ‘Sinbad y la princesa’, ‘Los viajes de Gulliver’ [The 3 Worlds of Gulliver] (1960), ‘La isla misteriosa’ [Mysterious Island] (1961), ‘Los primeros hombres en la Luna’ [First Men in the Moon] (1964), ‘El viaje fantástico de Simbad’ [The Golden Voyage of Sinbad] (1974) y ‘Simbad y el ojo del tigre’ (1977).
Sobre su trabajo normal, Harryhausen dijo en una reunión de fans en el tributo de la academia de cine de 2004: “El noventa por ciento de lo que ves en la pantalla de nuestras películas profesionales son primeras tomas. A veces he querido hacer otras, pero simplemente no teníamos el dinero.
“Nunca consideramos que nuestras películas fueran películas de efectos especiales. Fueron los periodistas los que le agregaron esa asa. Usamos efectos especiales para poner en la pantalla cosas que posiblemente no podrías fotografiar normalmente”.
El último largometraje de Harryhausen como creador de efectos visuales, fue ‘Furia de titanes’ [Clash of the Titans] (1981), un remake a gran escala del mito de Perseo, con Laurence Olivier como Zeus y Harry Hamlin como Perseo.
Sin embargo, para entonces la animación era vista por muchos como pintoresca. En realidad, un reseñador de Variety consideró la película “insoportablemente aburrida” con “efectos anticuados pasados de moda”.
Sobre los efectos especiales computarizados más convincentes, esto dijo Harryhausen al New York Times en 1998: “No quiero que hubieras querido hacerlo más realista. La animación, para mí, es el valor agregado del mundo onírico”.
En 2004, Billboard Books publicó ‘Ray Harryhausen: An Animated Life’, un tomo de memorias ilustrado, escrito por Harryhausen y el historiador de cine británico, Tony Dalton.
“Algunas personas piensan que es infantil cómo nos ganamos la vida”, dijo Harryhausen al Toronto Time de la época. “Pero que es equivocado llegar a adulto y descartar tu sentido de asombro”.
Los sobrevivientes de Harryhausen incluyen a su esposa los últimos cincuenta años, Diana, y su hija, Vanessa.
26 de mayo de 2013
7 de mayo de 2013
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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