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[Los Angeles, Estados Unidos] [Salvando a miles de animales adoptables, uno por uno. La campaña ‘No-Kill December’ [Sacrificio Cero en Diciembre] marcó un hito histórico para los refugios de Los Angeles. Los cínicos la llaman una victoria hueca; otros la ven como una ruta para rescatar de la muerte a los animales de los refugios.]

[Sandy Banks] Odio la idea de ser una aguafiestas. Así que estaba ansiosa por unirme a la celebración de la campaña ‘Sacrificio Cero en Diciembre’: la primera vez que los refugios animales de Los Angeles lograron pasar todo un mes sin tener que sacrificar a ningún perro o gato adoptable.
Pero no pude dejar de pensar que la campaña ‘Sacrificio Cero en Diciembre’ se convertiría en una matanza en enero.
¿Qué pasó con todos esos perros y gatos –en diciembre, normalmente cerca de mil- que los refugios municipales se creen obligados a matar todos los años? No hay ninguna posibilidad de que los empleados municipales encuentren hogares adoptivos para todos ellos.
No para todos, dijo Brenda Barnette, directora de L.A. Animal Services. Pero suficientes como para alimentar la esperanza de amantes de los animales como yo.
Diciembre coronó un año en el que se incautaron menos perros y gatos y se dieron más en adopción. Eso dio a los refugios espacio para mantener por más tiempo a los animales, y salvar la vida de casi cuatro mil que pudieron haber sido sacrificados el año pasado.
Una coalición de organizaciones de bienestar y rescate animal hicieron que ocurriera. Dirigida por Best Friends Animal Society, que reúne a voluntarios y empleados de refugios, la organización ha iniciado una campaña para poner fin al programa de eutanasia en Los Angeles de aquí a cinco años.
Eso parece imposible en una ciudad que mata más de cincuenta mil mascotas sin hogar al año. Esas cifras facilitan que cínicos como yo consideren la campaña del mes pasado como poco más que un gesto para sentirse bien y poner cara bonita ante una situación muy fea.
Pero he llegado a verla como un prometedor ejemplo de lo que puede ocurrir cuando los amigos de los animales trabajamos juntos en lo que sabemos hacer mejor. Las pequeñas organizaciones de rescate están sacando de los refugios a los animales, alojándolos con voluntarios y trabajando sobretiempo para encontrarles familias adoptivas. Las grandes organizaciones de protección animal están metiendo dinero en programas de esterilización y castración, subsidiando adopciones animales y mostrando a los animales en audiencias nacionales.
También están aportando habilidades comerciales a un departamento de servicios animales que, hasta ahora, podía difícilmente llevar su propia página web.
La campaña publicitaria para Sacrificio Cero Los Angeles va más allá de las típicas escenas de desaliñados meninos y chuchos de ojos tristes, y depende en realidad de videos cómicos en YouTube y provocadores documentales.
Tratar a los animales como mercadería, según parece, les puede salvar la vida.
Los Angeles está inundada de chihuahuas indeseados. Filadelfia no tiene suficientes. Así que Best Friends recogió a decenas de chihuahuas de refugios en Los Angeles y los trasladó por avión a ciudades donde los perros ladradores, del tamaño de una cartera, gozan de una gran demanda. Le pusieron al programa un nombre llamativo, y este año rescataron mil doscientos animales a través del programa Pup My Ride.
Otra organización, Found Animals, capitalizó sobre el hecho de que muchas familias buscan perros y gatos como regalos de Navidad. Ofrecieron cupones de descuento para mascotas de difícil colocación –animales más viejos, perros y gatos negros, animales tímidos o con sobrepeso, otros con problemas médicos. La campaña Twelve Pets of Christmas encontró hogar para cerca de tres mil perros y gatos, más del doble de lo que esperaban los organizadores.
Y si ha visto la Rose Parade, vio también el comercial de los refugios animales de Los Angeles cuando pasó la carroza “adopta un animal”, de la Fundación Beverly Hills Pet Care.
El mes no estuvo exento de sacrificios. 620 animales fueron matados porque fueron considerados demasiado enfermos o demasiado peligrosos como para ser adoptados. Sin embargo, incluso eso se puede considerar un progreso; fueron cuatrocientos menos que los sacrificados en diciembre pasado debido a enfermedades o problemas de comportamiento.
Esa reducción se debe al esfuerzo de los rescatistas voluntarios, que acusan a los funcionarios del departamento de ser demasiado rápidos para desechar a animales en situación de calle que solo necesitan un poco más de paciencia o atención personal.
La campaña ‘Sacrificio Cero en Diciembre´ no ha sido bien recibida por algunos activistas animalistas, que la ven como un ardid para ocultar las deficiencias de un sistema en el que perros y gatos en realidad no importan. He oído quejas de voluntarios sobre refugios hacinados, donde los perros vivían apiñados de a cinco o seis en diminutos caniles para hacer que encajaran las cifras de diciembre.
Pero el director de Best Friends, Marc Peralta, dijo que el éxito del mes pasado fue un momento fundamental para un movimiento que parecía que llevaba las de perder.
“No se trata de un mes en que no se sacrifica. Es algo en lo que hemos estado trabajando todo el año”, dijo. “Hemos salido todos los fines de semana, obligando a todos a hacer un poco más… esas cinco esterilizaciones y castraciones extras, encontrando hogares para dos perros más. La gente está empezando a creer que si todos ponen de su parte, el objetivo es completamente alcanzable”.
La pregunta es qué tiene que ocurrir para convertir esta prórroga en una victoria moral permanente.
Barnette dijo que eso no puede quedar en manos de organizaciones proteccionistas. “Tenemos que lograr que participe la comunidad”.
Barnette ve un futuro promisorio en un nuevo programa de adopción, reclutando voluntarios para sacar a los animales de las jaulas y encontrarles hogares temporales, donde sus personalidades puedan brillar.
“Lo hacíamos solamente para cachorros y mininos, demasiado jóvenes como para ser adoptados”, dijo. Ahora están tratando de encontrar hogares temporales para perros y gatos pasados por alto en el caos de los agobiados refugios.
“Quizá no corren a la parte anterior de la jaula y sacan sus patas para que la gente pueda ver lo buenitos que son”, dijo. “Son un poco tímidos, o se sienten apabullados… Tenemos que encontrarles hogares donde puedan florecer, donde la gente en la calle pueda verlos y reconocer lo buenos que son”.
Está describiendo un perro como el pequeño que está durmiendo debajo de mi escritorio justo ahora.
Su madre era uno de esos animales cuyos problemas de conducta pudieron haberle acarreado la muerte: una perra perdida que tenía que ser sacrificada porque trató de morder a alguien que se acercó demasiado. Los empleados del refugio Camarillo no se dieron cuenta de que la perrita estaba embarazada y se sentía incómoda. Una voluntaria de Simi Valley sí se dio cuenta. Sacó a la mamá, que parió cinco cachorros algunos días después.
Acogimos a dos de ellos, y nos enamoramos de este. En la jaula en el refugio no me habría impresionado demasiado. Duerme mucho, le asustan los ruidos, es tan inteligente como una piedra.
Pero mi familia no puede imaginarse viviendo sin él. Si quiere saber más sobre la adopción, pinche aquí.
22 de febrero de 2013
4 de enero de 2013
©los angeles times
cc traducción @lisperguer

Un pensamiento en “arrebatando mascotas a la muerte

  1. Destaco dos ideas:
    «Tratar a los animales como ´mercadería´, según parece, les puede salvar la vida.»
    Y
    ´no puede quedar en manos de organizaciones proteccionistas´: “Tenemos que lograr que participe la comunidad”.

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