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[Valparaíso, Chile] [Turismo necrológico. Las historias y arquitectura de los cementerios de Valparaíso los han convertido en atracción para visitantes y porteños.]

[Jonathan Galarce Salgado] Acompañada de su gata negra, una mujer de avanzada edad y con oscuras vestimentas nos conduce por los recovecos del Cementerio de Disidentes. Nos señala con su dedo índice cada una de las tumbas en donde yacen algunos de los forjadores del antiguo Valparaíso, inmigrantes como la familia Hucke, que alguna vez se caracterizaron por su fábrica de confites -edificio que posteriormente albergó a la empresa Chilquinta-, o el norteamericano David Trumbull, uno de los primeros líderes protestantes en llegar a Chile.
«En estos tres cementerios se resume la historia de Valparaíso», dice Teresa, haciendo alusión a los dos camposantos que colindan con el recinto para difuntos laicos: los cementerios municipales 1 y 2.
¿Quién hubiese pensado que condesas, barones, marinos ingleses e incluso un soldado de la batalla de Waterloo, descansan en Valparaíso?
Historias de personajes olvidados, apariciones y leyendas conforman la variopinta gama de elementos que cautivan, hoy por hoy , a miles de visitantes -turistas en su mayoría- y porteños, quienes gozan paseándose entre los muertos.

Cambio Cultural
Juan Carlos Salgado, administrador de los tres cementerios pertenecientes a la Corporación Municipal de Valparaíso (el 1 y 2, en el cerro Panteón, y el más grande, el 3, de Playa Ancha) apunta que lo que ocurre actualmente con los camposantos y el interés turístico que generan se debe a un cambio cultural que se viene desarrollando desde los años «80, cuando llegaron los primeros cementerios parque, los que cambiaron el concepto del típico recinto con fríos mausoleos y no siempre buenas condiciones.
«El nuevo concepto viene dado tras la llegada del Parque del Recuerdo, en Santiago, en la década de los «80. En los «90 llega a la región, por lo que la comunidad ya podía ver un cementerio que es más cercano, más natural, transformándose en un símbolo de estatus», puntualiza Salgado.
El encargado municipal relata que para que el cementerio 3 de Playa Ancha no se quedará atrás en la vanguardia y perdiera público, debieron idear un plan que mezclara lo antiguo del recinto con la nueva tendencia que venía con los cementerios parque.
Salgado sostiene que lograron reducir el éxodo de personas que estaban yéndose a otras partes, haciendo una mixtura. «Hay personas que son de las escuelas antiguas, por lo que mantuvimos las antiguas tumbas», explica el administrador, quien no desestima la idea de convertir los recintos porteños en un verdadero polo turístico.
Agrega que ahora, cuando las personas van al cementerio, «tiene la oportunidad de visitar no sólo a las antiguos deudos que duermen en las tumbas de concreto, sino que también tiene la posibilidad de recorrer otros sectores del cementerio».

Tour del Terror
Nadia Alvarado sí que sabe de necrópolis. Su abuelo fue guardia del cementerio 3 y luego se dedicó al arte de la marmolería. Posteriormente, su madre asumió el mando del local.
Prácticamente su vida ha girado en torno a los cementerios, ya que incluso dice que su abuela y bisabuela, hace decenios, se dedicaban a vender flores en la pérgola ubicada a un costado del recinto. Mismo lugar donde la encontramos, justo cuando realizaba una transacción de claveles con una clienta en el puesto familiar.
«Espérame un poquito», nos dice, antes de hablarnos sobre su proyecto de tours nocturnos por el cementerio, que actualmente hace furor en las redes sociales.
Al cabo de unos minutos, logra contarnos que ya llevan más de 4 mil visitas y que el proyecto va viento en popa, pese a que aún no es rentable. «Con los tours nocturnos es súper relativo el negocio; muchas veces, cuando llega la hora del recorrido, muchos de los que se inscriben en el sitio TNC o en facebook no llegan», declara.
Lo que rescata de este tipo de iniciativas es la conservación del patrimonio intangible de Valparaíso, a través de la recopilación de historias, mediante libros de la época y trabajo en campo.
Dice que incluso han ido a los lugares de donde provienen los personajes que forman parte de los relatos que narran a los visitantes que acuden a los recorridos realizados en los cementerios 1,2 y 3 de Valparaíso. «Finalmente nosotros estamos rescatando el patrimonio intangible de Valparaíso, todas las leyendas e historias que hay de los cementerios», asevera Nadia.
Tanto así que llegan norteamericanos, franceses, peruanos, argentinos y hasta coreanos y chinos a escuchar las fantasmagóricas historias de espíritus y apariciones, las que en varias ocasiones han debido narrar en inglés.
Respecto a si podrían convertirse en un futuro polo turístico, la también estudiante de contaduría nos señala que sí. «Por supuesto, lo que pasa es que no hay un interés más allá, las lucas no están en Valpo», reflexiona.
Así y todo, manifiesta que se siente feliz de hacer esto, ya que es lo que le apasiona.

Halloween
En vísperas del 31 de octubre, la organización ha comenzado a sacar brillo a tumbas y mausoleos, con el fin de deleitar a los avezados turistas que llegarán al caer la noche, para participar de varios tours que se extenderán hasta el 3 de noviembre, dice Nadia, quien organiza las visitas junto con Danilo Quezada, su compañero.
«Ahora se viene la época buena, realizaremos tour por los tres cementerios de Valparaíso», precisa.
Además, cuenta que durante la noche del 31, actores harán caracterizaciones de algunos personajes importantes, como actividad anexa a lo que comúnmente se realiza.
Como sorpresa para la Noche de Brujas, el caballito de batalla será Emile Dubois, el «santo asesino» del Puerto.
Es tan famoso, que tiene su propia gruta en el Cementerio 3 de Playa Ancha, donde le llegan ofrendas florales y hasta joyas por los milagros que ha realizado.
Varios lo visitan, principalmente extranjeros. «La gente lo quiere mucho, antes venían prostitutas y ladrones, ahora vienen personas de todos los estratos sociales quienes le piden por sus seres queridos(…) es nuestro caballitos de batalla», declara Nadia.

Historia
El Cementerio 1 de Valparaíso fue el primero en inaugurarse, el año 1822, un año antes que el Cementerio de Disidentes, que se creó para albergar a aquellos habitantes de la ciudad puerto que no profesaban la fe católica, en su mayoría, inmigrantes de Alemania e Inglaterra.
Actualmente ambas necrópolis, que siguen vigentes, sirven de verdaderos museos, cuya arquitectura narra la vida de los protagonistas que yacen desde tiempos inmemoriales.
El Cementerio 2 surgió como fosa común del Cementerio 1, fue oficialmente inaugurado en 1845 y ahora se caracteriza por su majestuoso frontis.
Años más tarde, en 1887, nació el Cementerio 3 de Playa Ancha, transformándose en el más grande de la ciudad.
18 de octubre de 2012
©estrella de valparaíso

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