Home

[Washington, Estados Unidos] [El Departamento de Seguridad Interior ha calificado al movimiento de soberanía ciudadana como una seria amenaza. Sus miembros rechazan la ley y algunos asesinan a agentes de policía].

[Brian Bennett] Cuando el 22 de diciembre el FBI llegó a golpear a su puerta y sus dos hijos y esposa recién despertaban, Shawn Rice se puso su chaleco antibalas, cogió una pistola semiautomática y salió por la puerta de atrás.
Pero decenas de agentes del FBI y de la policía local habían rodeado el rancho en Seligman, Arizona, a unos 130 kilómetros de Flagstaff, y la única cobertura cercana era unos matorrales de artemisa que llegaban a la altura de la rodilla. Rice se metió nuevamente en la casa y advirtió al FBI que se mantuviera alejado.
Después de una tensa situación que se prolongó durante diez horas, Rice, 49, fue finalmente arrestado. Ahora está en una cárcel de Las Vegas esperando su juicio por cargos federales de lavado de dinero.
Pero no fue solamente el presunto delito de Rice lo que despertó el interés del FBI.
De acuerdo a documentos judiciales, Rice estuvo implicado en el movimiento de “soberanía ciudadana”, una organización que no ha llamado mucho la atención de la prensa, pero que el FBI clasifica como una “organización extremista antigubernamental”. Los así llamados ciudadanos soberanos argumentan que no están sujetos a ninguna ley, ni local, ni federal ni del estado, y algunos se niegan a reconocer la autoridad de los tribunales o de la policía.
Desde el año 2000, los miembros del movimiento han asesinado a seis agentes de policía, y los choques con las autoridades están aumentando, de acuerdo al FBI. El incidente más mortífero ocurrió en 2010, cuando un tiroteo con un militante dejó cuatro muertos, entre ellos dos agentes de policía, durante lo que empezó como un control de tráfico rutinario en West Memphis, Arkansas.
Desde entonces, en un notable cambio de política, funcionarios federales han intensificado su interés en los ciudadanos soberanos.
“Nos estamos concentrando en su vigilancia debido a la amenaza de violencia”, dijo Stuart R. McArthur, subdirector de la División de Contraterrorismo del FBI.
En dos estudios publicados recientemente, el Departamento de Seguridad Interior y el Centro Nacional de Contraterrorismo calificaron al movimiento de ciudadanos soberanos como una importante amenaza, junto con los extremistas islámicos y los supremacistas blancos. El año pasado, el FBI asignó un supervisor para coordinar las investigaciones sobre el movimiento.
“Este es un movimiento que ha explotado, absolutamente”, dijo Mark Potok, del Southern Poverty Law Center, una organización sin fines de lucro con sede en Montgomery, Alabama, que estudia las organizaciones de terroristas domésticos y las que predican el odio. Más de cien mil estadounidenses se han alineado con los ciudadanos soberanos, declaró el centro.
Sus adherentes mencionan todo un retazo de creencias, incluyendo la de que Estados Unidos está esencialmente bajo la ley marcial, que algunas de las enmiendas constitucionales de Estados Unidos son inválidas y que los dólares son ilegítimos desde que Hacienda abandonara el patrón oro durante la Gran Depresión.
Más importante, algunos seguidores creen que tienen derecho a usar la fuerza armada para resistirse a su detención y a luchar contra la policía.
El FBI también está investigando a sus seguidores por presunto fraude postal y acoso de funcionarios federales mediante pleitos por ruidos molestos y embargos. Esos casos están ahogando a los tribunales en todos los estados, dijo Casey Carty, que dirige la unidad de ciudadanos soberanos del FBI.
Hasta hace poco, funcionarios federales no se habían concentrado en los grupos de extrema derecha. En 2009, algunos miembros del Congreso se quejaron de que después de un informe del Departamento de Seguridad Interior advirtiera que esos grupos podrían tratar de reclutar a veteranos de guerra disgustados tras su regreso de Iraq y Afganistán, y otros. El informe destacaba a varias organizaciones, entre ellas el movimiento de ciudadanos soberanos.
Inclinándose ante las críticas, funcionarios de Seguridad Interior desmantelaron la unidad que se había concentrado en el extremismo de derechas. También cancelaron las presentaciones programadas y archivaron una guía de referencia que la unidad había producido para informar a la policía local sobre el movimiento.
“El tópico está muy cargado políticamente”, dijo Daryl Jonhson, que encabezó al equipo que escribió el informe de 2009.
Eso cambió después del tiroteo de West Memphis con Jerry Kane Jr., un ciudadano soberano que había viajado por el país ofreciendo seminarios de cien dólares por personas en los que enseñaba espurias maneras para evitar el pago de impuestos, entre otras tácticas del movimiento.
Kane y su hijo de dieciséis, Joseph, murieron en la balacera. También murió el sargento de policía Brandon Paudert, hijo del jefe de policía local, Bob Paudert.
Hasta ese día, Paudert no había oído hablar nunca del movimiento ciudadano. Ahora retirado, ha dictado charlas a más de 75 organizaciones policiales en todo el país advirtiendo sobre su peligrosidad.
Paudert sigue estando enfadado porque Kane no haya sido identificado como potencialmente armado y peligroso en la base de datos del FBI al que accede normalmente la policía para revisar las órdenes de detención y otros datos cuando detienen a un vehículo. Quiere que el FBI cambie la base de datos para incluir a conocidos adherentes del movimiento ciudadano.
“Si hubiésemos tenido eso, mi hijo habría pedido refuerzos inmediatamente”, dijo Paudert. “Hoy estaría vivo”.
31 de marzo de 2012
13 de marzo de 2012
24 de febrero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s