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[Una cosa en la que deben estar de acuerdo los padres. ¿Es arriesgado, desde el punto de vista de la nutrición, alimentar a nuestros bebés con una dieta vegana, o es la mejor para ellos?]

[Alexandra Le Tellier] «Cuando una madre come carne, el cerebro del bebé amamantado crece más rápidamente y podrá destetarlo a temprana edad, permitiéndole tener hijos más rápidamente”, de acuerdo a un nuevo artículo de investigadores suecos en el diario PLoS One, que relaciona el carnivorismo con la evolución. El artículo no trata el tema de si las madres todavía deberían comer carne por la salud de sus bebés. La lectura del estudio, sin embargo, trajo a colación una reciente historia sobre un bebé francés que murió de desnutrición a los once meses. Sus padres veganos “han sido acusados de ‘negligencia o privación de alimento con resultado de muerte’ por alimentarlo solamente con leche materna”, de acuerdo a Parenting, llevando a la publicación a preguntar a los lectores: “¿Cree usted que los veganos deberían ser enviados a la cárcel? ¿Cree usted que este es un caso de principios descontrolados, o cree usted que la responsabilidad la tiene la falta de información sobre nutrición entre las madres lactantes?”
En una columna subida a mi blog el viernes, me planteé una preguntar similar y cité a Nina Planck, autora de ‘The Farmer’s Market Cookbook’, que había argumentado en Room For Debate en el New York Times que “tenemos necesidades extraordinarias de nutrientes que no se encuentran en las plantas. Entre estos se encuentran las vitaminas A y D completas, la vitamina B12 y los ácidos grasos de cadena larga que se encuentran en el pescado”.
No sorprenderá a los lectores habituales de este blog que yo no como carne (renuncié a los lácteos en enero). Pero, una vez más, no tengo que alimentar a un bebé. Creo que Planck presentó una perspectiva que vale la pena considerar.
Varios lectores me desaprobaron, pidiéndome explicaciones por citar a Planck.
“Sí, no queremos ver sufrir a los niños de esa manera”, escribió Erik Marcus, de Vegan.com, refiriendo a una página en VeganHealth.org que publica sobre niños y bebés veganos sanos, activos e inteligentes.
En nuestro debate, el lector DiaKristy escribió: “Una cosa es cierta: Nina Planck no quiere que seas una mamá vegana, ni que seas vegana de ninguna manera. Eso es porque el marido de Nina es Robert Kaufelt, el dueño de la Quesería y Charcutería Murray [Murray’s Cheese Store] en Nueva York. Sí, el veganismo definitivamente es realmente malo para algunas personas. Les afecta directamente en el bolsillo”.
A lo que el lector Nick Roberts comentó: “En realidad, Kristy, Nina era vegetariana, luego fue vegana, hasta que se dio cuenta de que estaba poniendo en peligro su salud. Escribe sobre esto en su libro ‘Real Food’. El veganismo es malo para ti, a menos que te quieras quedar infértil. No más agricultura sin problemas éticos para el medioambiente. Señaló finalmente que su marido posee una pequeña quesería de barrio y que decir que ella protesta contra esto a propósito es ilusorio. Ella gana más dinero vendiendo libros que su marido, queso”.
Y de este modo cruzó el debate este fin de semana.
“Yo era vegana para mi primer embarazo y adquirí pre-eclampsia debido a la deficiencia de proteínas. Lo intenté nuevamente para mi tercer embarazo y adquirí anemia aguda. Los dos estados pudieron haber tenido consecuencias desastrosas si los dejaba continuar”, escribió Anne Gross Beal.
“Personalmente he sido vegetariano durante veinte años y vegano en los últimos seis meses y soy extremadamente sano. Me veo diez años menor de lo que soy y tengo mucha energía. Tengo muchos amigos que tienen hijos veganos, que se enferman rara vez y son muy sanos. No estoy diciendo que no es posible comer carne y lácteos y ser sano, sino que simplemente es más difícil. No demonicemos el veganismo. Date más tiempo para pensar en ello antes de sacarte el sombrero”, dijo ChumleyX.
Una comentarista, Virginia Messina, me habló offline. “La ciencia nos dice que las dietas veganas son seguras en todas las fases del ciclo vital. Los expertos en nutrición lo saben y los que quieran explorar temas relacionados con la nutrición vegana deberían basarse en estos expertos, y no en las opiniones de escritores poco informados”, escribió Messina, dietista y autora de ‘Vegan for Life’ y ‘The Dietitian’s Guide to Vegetarian Diets’.
¿En qué se equivoca, pues, Planck? “[Planck] insiste en que ciertos nutrientes, como las vitaminas A y D, las grasas omega 3 y la carnitina se encuentran solamente en alimentos de origen animal”, dice Messina. “Eso no es verdad. Los humanos convertimos fácilmente el beta-caroteno de los alimentos de origen vegetal en vitamina A. Con un cuarto de vaso de jugo de zanahorias o media taza de batatas obtienes la dosis diaria de este nutriente. Los carnívoros tampoco están mejor en cuanto a la vitamina D. Debido a que no hay gran abundancia de vitamina D en los alimentos, casi todos los estadounidenses –veganos omnívoros por igual- la obtienen de suplementos, de alimentos fortalecidos o de la exposición al sol”.
¿Y el amamantamiento? “No hay ninguna razón para suponer que la leche de las madres veganas es baja en carnitina, un aminoácido que no se exige en la dieta porque los humanos la pueden hacer en sus células”, explica Messina. “Del mismo modo, el jurado aún no decide si necesitamos una fuente dietética de DHA (un ácido graso esencial de omega-3), otro componente que podemos hacer nosotros mismos. De hecho, generaciones de bebés han sido criados con fórmulas de leche de vaca que no contenían DHA agregado. Sin embargo, los veganos pueden agregarlo fácilmente a su dieta utilizando suplementos de DHA derivados de microalgas. Es de estas que los peces, y finalmente la gente que los come, lo obtienen”.
¿Y la siempre importante vitamina B12? “Las mujeres veganas que complementan su dieta con vitamina B12 tienen embarazos buenos y producen leche que satisface las necesidades de sus bebés”, dice Messina. Además, “los problemas relacionados con la nutrición son preocupaciones serias en nuestra cultura basada en el consumo de carne y lácteos y están asociados con los dramáticos aumentos de personas jóvenes con problemas de obesidad y diabetes. En comparación, asegurarse de que tu hijo vegano tenga su dosis diaria de suplemento de la vitamina B12 no es para nada una tarea difícil.
Independientemente de si los padres crían a sus hijos como herbívoros u omnívoros –un debate que ha dividido durante largo tiempo a los doctores-, una cosa en la que los dos lados deben coincidir es que los padres tienen la responsabilidad de proporcionar a sus hijos todos los nutrientes que necesitan. “Los padres de hijos veganos deben prestar un poquito más de atención a ciertos nutrientes”, dice Messina. “Pero también lo hacen los padres de hijos que consumen carne y lácteos. Los niñitos que consumen cantidades excesivas de leche de vaca, por ejemplo, corren el riesgo de sufrir deficiencia de hierro, un problema habitual entre niños omnívoros”.
15 de mayo de 2012
23 de abril de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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