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[Dramaturgo escribió ‘La casa más divertida de Texas’. En 1974 escribió un artículo para Playboy sobre el cierre del burdel Chicken Ranch, que fue más tarde todo un éxito en Broadway y fue llevado al cine con Burt Reynolds y Dolly Parton.]

Murió el jueves el escritor y dramaturgo Larry L. King, cuyo reportaje sobre la campaña para cerrar un popular burdel se convirtió en el exitoso musical de Broadway ‘La casa más divertida de Texas’ [The Best Little Whorehouse in Texas], que fue llevado al cine en 1982 con Burt Reynolds en el papel estelar. Tenía 83 años.
King, que tenía un enfisema, falleció en una residencia de ancianos en Washington, D.C., donde vivió los últimos seis meses de su vida, informó su esposa Barbara Blaine.
Escribió su artículo más famoso, sobre el cierre del burdel Chicken Ranch en Texas en 1974, para la revista Playboy. Cuando Peter Masterson, un actor de Texas, leyó el artículo en su camerino en Broadway, le propuso hacer un musical y convenció a otro tejano para que participara, la compositora Carol Hall.
King estaba tan seguro de que su obra fracasaría que llevó un diario de vida con la esperanza de que “animara su obituario en algún artículo divertido en alguna revista”, escribió el Times en 1980.
En lugar de eso, la producción dirigida por Tommy Tune se convirtió en un éxito arrollador después de su estreno en Broadway en 1978, prolongándose hasta 1982. Giras itinerantes de la obra recorrieron todo el mundo.
Interrogado sobre qué había convertido su obscena comedia musical en un éxito, King dijo “el tema y un título de un millón de dólares”, y la coreografía de Tune.
La versión cinematográfica con Reynolds y Dolly Parton en los papeles estelares tuvieron menos éxito con los críticos, incluyendo a King, que pensaron que Hollywood había arruinado la historia al convertirla en una comedia sobre sexo.
La secuela de la obra, ‘The Best Little Whorehouse Goes Public’, de 1994, del mismo equipo creativo, fue un fiasco en Broadway.
King, que escribía en el tradicional dialecto sureño, publicó catorce libros y cientos de artículos para revistas.
“Escribir libros parece más fácil que trabajar en el trapecio. Pero si te sientas el tiempo suficiente ante una máquina de escribir, te darás cuenta de que no te dirá nada si no le hablas”, escribió King en su libro sobre la escritura, ‘None But a Blockhead’, de 1986.
Su libro de memorias de 1971, ‘Confessions of a White Racist’ –lo definió como una “admisión gratuita de culpa en nombre de todos los racistas blancos pasados y presentes, malos y buenos”-, fue finalista del Premio Nacional del Libro.
“Los puntos fuertes de King son su energía y su inteligencia y su integridad para no hacer compromisos sobre cosas fundamentales”, dijo una vez el escritor Norman Mailer. “Suena americano”.
King nació el 1 de enero de 1929 en Putnam, Texas, hijo del campesino y herrero Clyde King y su esposa, Cora Lee.
Después de servir como redactor en el Cuerpo de Señales del Ejército de 1946 a 1948, King estudió en lo que hoy es la Universidad Tecnológica de Texas.
En 1954 llegó a Washington D.C., como periodista de West Texas para trabajar para un congresista de El Paso. Trabajó durante una década como asesor político, una experiencia que procesó, en colaboración con Bobby Baker, en ‘Wheeling and Dealing: Confessions of a Capitol Hill Operator’, un éxito de ventas en 1978.
El asesinato del presidente Kennedy llevó a King a revaluar su vida, dijo una vez. Dejó la política y se dirigió a Nueva York, donde enseñó, escribió libros y trabajó para revistas.
King tuvo problemas con el alcohol, pero dejó de beber hace décadas. La vida sobria, dijo, le daba más tiempo para escribir.
Su matrimonio con su primera esposa, Jeanne, terminó en divorcio. Su segunda esposa, Rosemarie, murió en 1972. En 1978 se casó con Blaine, que lo sobrevive, así como sus tres hijos de su primer matrimonio. También tuvo dos hijos de su segundo matrimonio.
27 de diciembre de 2012
22 de diciembre de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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